Anunciado hace escasas semanas, el código ético de la Xunta ha sido aprobado este jueves y empezará a funcionar de manera «inmediata» para miembros del Gobierno, altos cargos y personal eventual, si bien en el caso de los funcionarios se esperará a la «comunicación previa». El primer manuel de buenas prácticas con el que se dota la Administración autonómica «blinda» el correcto uso de los bienes públicos, garantiza que ningún cargo pueda valerse de su puesto para obtener alguna ventaja y «prohíbe» todo tipo de regalos entre el personal, al tiempo que «define de forma detallada» lo que se entiende por cortesía institucional.

Así lo ha trasladado el presidente autonómico al término del Consello donde se le ha dado visto bueno al código. Alberto Núñez Feijóo ha desmenuzado cada uno de los «aspectos relevantes» anteriores, destacando así que los altos cargos que tengan una cuenta en algún país considerado «paraíso fiscal» serán cesados «de inmediato».

Y en el caso de la cortesía institucional, se limita a 90 euros tanto para miembros del Gobierno como para todos los funcionarios de la administración. Un límite mucho «más restrictivo» que el que existe en la Unión Europea, que asciende a 150 euros. En todo caso, «si existen dudas» sobre el concepto recibido, se llevaría a cabo la conveniente inspección o se podría devolver, ha detallado Feijóo.

Aunque este manual se aplicará a todos por igual en su gran parte, sí existen «matizaciones» entre altos cargos y funcionarios, pues los primeros, al contrario que los segundos, no podrán cobrar por asistir a ponencias o conferencias. Y, en el ámbito sanitario, un empleado podrá continuar asistiendo a congresos con gastos pagados. Se trata, en definitiva, de «servir de referente para el correcto ejercicio de la función pública», ha resumido el titular de la Xunta.

Galicia, entre las tres comunidades que «mejor soportó» la crisis

Por otro lado, el Consello también ha elaborado un informe sobre la situación macroeconómica de Galicia durante el período 2009-2013, en el que se observa cómo la Comunidad gallega es una de las que «mejor soportó» la crisis, en palabras de Feijóo. Tanto es así que, según el balance, fue la tercera autonomía con «mejor evolución del PIB», la tercera también donde «menos aumentó» el déficit público y la segunda del ránking español donde menos se incrementó la deuda.