La Xunta aprobará un código ético para «prohibir regalos» en la Administración

Tanto el nacionalista Francisco Jorquera como la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, se han preguntado «qué tiene que pasar en Santiago para que usted reaccione», en referencia a Feijóo. «El Concello de Santiago está en una situación total y absolutamente límite», ha reprochado el portavoz parlamentario del BNG. «No es el problema de una manzana putrefacta, el problema es que la cesta está putrefacta», ha añadido Díaz.

Pero el máximo mandatario de San Caetano ha vuelto a remarcar que el caso de Santiago -con siete concejales imputados por presunta prevaricación al acordar pagar la defensa a otro edil imputado en la «Pokemon»- se trata de una cuestión «administrativa», aunque ha matizado que se siente «preocupado».

Tal y como hizo en la anterior sesión de control, Feijóo ha recordado que mantiene su compromiso de que cualquier cargo del PP con medidas cautelares tiene que dimitir antes incluso de que se abra juicio oral, si bien en el caso de los ediles compostelanos «no hay ninguna medida cautelar», ha contrapuesto.

«Reitero los compromisos que dije en la sesión plenaria y añado: este mes, la Xunta, por primera vez, aprobará un código ético», ha avanzado el presidente autonómico en su turno de cierre. También ha anunciado algunas de las líneas específicas que incluirá ese manual, orientadas a «protocolizar y concretar» aquellos aspectos que las leyes no regulan, «comprometer el buen uso» de los bienes públicos o «prohibir o restringir todo tipo de regalos en la Administración pública».

Antes de desvelar este pionero código ético, Feijóo había hecho referencia a un acuerdo firmado en noviembre de 2009 por la junta de gobierno local de Santiago (gobernada entonces por el los socialistas), en el que se autorizaba «designar» un abogado al concejal Bernardino Rama por su implicación en un caso judicial. Un acuerdo tomado «sin informe» técnico de «ningún tipo», según el presidente autonómico.

Esta referencia provocó malestar en el escaño del exalcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo. El por aquel entonces regidor solicitó el turno de palabra para matizar que en ese escrito «no se habla de pagos». Al finalizar la sesión de control, Feijóo y Bugallo prolongaron el debate sobre este asunto.