entrevista nacho rodilla y víctor luengo

«La vuelta a la ACB y la Copa del Rey de 1998 cambiaron el basket en Valencia»

Los exjugadores del Valencia Basket recuerdan como momento inolvidable la pista de Zaragoza con más de 7.000 seguidores del Valencia en la final contra la Benetton en 1999

«La vuelta a la ACB y la Copa del Rey de 1998 cambiaron el basket en Valencia» mikel ponce

raúl cosín

26/04/2015
Actualizado a las 18:25h.

«La afición del Valencia Basket seguramente es la más fiel del baloncesto español». Coinciden en esto dos voces eternas para el club. Jugadores de la casa, que siempre fueron clave desde el ascenso de EBA a ACB camino de finales de los 90, en los primeros títulos de Copa del Rey y de la ULEB, o en el crecimiento y fogueo en finales históricas para la entidad en el camino hacia la consolidación de una institución, que hoy es una de las más respetadas en España y el resto del continente. Las camisetas de Nacho Rodilla (Lliria, Valencia, 12/3/1974), con el número 11, y de Víctor Luengo (Valencia, 1/2/1974), con el 15, recibieron honores con su retirada y descansan guardianas en lo alto de la Fonteta «El mayor orgullo», coinciden. Ambos bucean por su memoria en una retrospectiva con ABC.

-¿Cómo ha cambiado el club en el último cuarto de siglo?

-N. R.: Nosotros vivimos una época que significó la evolución y la consolidación del club en la parte alta de la clasificación y en un pelear por títulos. V.L: Diría que hay dos momentos clave en los que tanto Nacho como yo somos parte directa: cuando descendemos a EBA y volvemos a liga ACB y cuando dos años después ganamos la Copa del Rey. Esto cambia totalmente el baloncesto en Valencia, colocándose entre los mejores de España.

-¿Cómo definirían ese cambio del baloncesto en Valencia?

-N. R.: La consolidación de Valencia Basket como club se ha trasladado al aficionado. Seguramente es la afición más fiel del baloncesto español; quizás junto con la de Unicaja Málaga. Este pabellón puede estar orgulloso de ver en cada partido el 85% lleno. V. L.: La irrupción del club viene sobre todo a partir del 98 con la Copa, que además permitió jugar en Europa en la Saporta. Se disputaron varias finales hasta que se conquistó la ULEB en 2003. Creció la afición, que siempre se volcó con nosotros y ha dejado claro que hay una masa muy fiel en Valencia.

-¿Qué representa Juan Roig?

-N. R.: El apoyo de Juan Roig es determinante para la consolidación de este proyecto y de lo que es el baloncesto en Valencia en todos estos años. Sin su figura sería complicadísimo. V.L.: Es la figura clave de todo. Siempre he dicho que hemos tenido la suerte de tener a alguien como Juan Roig detrás de este proyecto y que ha apostado de una forma altruista por el baloncesto.

-¿Cómo ha cambiado el juego en sí?

-N. R.: Hoy se juega con una intensidad mayor, cierta agresividad y mayor aporte físico. Pero se ha perdido un poquito la parte de entender el juego o de jugar a baloncesto. V. L.: Se ha evolucionado hacia el baloncesto NBA, que no es una cosa que me entusiasme, y hemos perdido la creatividad de final de los 80 y los 90, donde el jugador tenía mayor capacidad de decisión sobre pista. No es ni mejor, ni pero, es un baloncesto diferente.

-¿Cómo recuerdan la Copa del Rey de 1998?

-N. R.: Significó ese punto de salida, de empezar a creer como equipo y en nuestras posibilidades y fue lo que comenzó a abrir puertas. Que el resto respetase al Valencia Basket y lo considerase un equipo peligros, que a nivel de Selección te empezasen a llamar... Detonó lo que vino después. En ese momento, éramos jugadores jóvenes, que nos lo pasábamos bien, que lo hacíamos bien, pero que no estábamos en ese apartado de los mejores. Me viene al recuerdo toda la fase final. Hay mucho detalles. De estar allí y llevarnos la maleta con lo puesto, de estar todos en una habitación jugando a la consola, de celebrar el cumpleaños de Víctor en Valladolid... Fue una fase final que la disfrutamos al máximo. Y aquello nos abrió las puertas de jugar en Europa.

-¿Y la Copa ULEB 2002/2003?

-V. L.: Llegó después de dos finales fallidas, la del 1999 y la de 2002, una contra la Benetton y después contra Montepaschi Siena. Era la ansiada competición europea. Se hizo un equipo muy potente. Creo que el mejor en la historia del club. Lo pasamos mal contra el Zadar. Tuvimos unas semis duras contra Estudiantes. Y luego llegó la final a doble partido. Allí, en Novo Mesto, nos salió un buen partido y Nacho brilló. Ganamos de trece. Luego, la vuelta, con esa ventaja, en casa, nos vimos capaces de sacarlo adelante. El pabellón estaba lleno. Ganamos de dos y al final fue una fiesta. Recuerdo ir a recoger el trofeo, ir con Nacho, y decir por fin hemos ganado un título europeo, a la tercera. Fue muy emotivo. Y nos metimos en Euroliga.

-Dos títulos que fueron el inicio de lo que hoy es Valencia Basket

-V. L.: El problema que se encontró el club es que crecimos muy rápido en muy poco tiempo. Pasamos de no tener nada y subir de EBA a consolidarnos entre los mejores. El club hoy es una estructura consolidada, respetada y con opciones de ganar cosas.