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ELECCIONES AUTONÓMICAS Y MUNICIPALES

Rajoy propone financiación, agua y AVE autonómico para recuperar al electorado

El presidente del Gobierno recoge las principales reivindicaciones de la Comunidad Valenciana en busca de una remontada en las encuestas

Rajoy propone financiación, agua y AVE autonómico para recuperar al electorado JUAN CARLOS SOLER

GUILLE LLOPIS

Mariano Rajoy puso ayer punto y final a su estancia en la Comunidad Valenciana durante el fin de semana al cerrar un acto del Partido Popular en Alicante. El presidente del Gobierno compareció frente a un abarrotado pabellón en un escenario político marcado por unas encuestas que otorgaban a la formación popular sus peores resultados en casi dos décadas en el territorio autonómico. Con un discurso de unión, estabilidad y continuismo, Rajoy puso el broche a los mensajes que lanzaron Asunción Sánchez Zaplana, José Císcar y Alberto Fabra antes que él. La cúpula directiva del PP cerró filas y pobló la primera línea del patio de butacas en un acto que los dirigentes regionales aprovecharon para, sin salirse de la cohesión total, reclamar la solución definitiva para algunos de los problemas históricos de la Comunidad Valenciana.

Agua, financiación y trenes de alta velocidad . Tres asuntos que Mariano Rajoy se comprometió a estudiar a fondo para hallar respuestas y salidas a temas que llevan tiempo enquistados. Tanto Alberto Fabra como José Císcar hablaron explícitamente del Plan Hidrológico Nacional que el gobierno de Rodríguez Zapatero derogó en 2005, arrojando un guante al líder nacional del PP que éste recogió con la promesa de «abordar» el tema con interés y responsabilidad. El jefe del Ejecutivo español tiró de datos macroeconómicos para reforzar un mensaje basado en la estabilidad, en el seguimiento de una senda labrada con esfuerzo conjunto de administración y ciudadanía . La elocuencia de las cifras fue el pilar sobre el que formar una trinchera para las próximas elecciones, con el recuerdo de un país instalado en la recesión, el pesimismo, el desempleo y el crecimiento negativo hace apenas tres años y que ahora, gracias a las «agallas» y el «rumbo fijo» emprendido, empieza a «dejar atrás» una crisis «sin precedentes» en España.

«Nada ha sido sencillo en estos años», ha afirmado Rajoy, equiparando su situación a la que se encontró Alberto Fabra cuando accedió a su cargo. El lastre de la herencia recibida en ambos casos, por el que el presidente del Gobierno alabó a su homólogo en la Comunidad Valenciana, ha obligado a mostrar «coraje y determinación» en ambos casos. Tras ver a Fabra «bailar con la más fea», piensa ahora tanto en la provincia de Alicante como en toda la región como un pilar fundamental de los planes de futuro a nivel nacional. Se trata de una provincia «a la cabeza de la recuperación», líder en la captación de turistas pero también con una sólida base industrial. Calificó de «capital» al sector alimentario, segundo exportador de toda la Comunidad Valenciana, señalado como instrumento indispensable en la creación de riqueza, empleo y emprendimiento. No faltaron los halagos hacia Sánchez Zaplana, de quien sostuvo que hará a Alicante «brillar con luz propia» más todavía, además de agradecer su lealtad, confianza y apoyo.

Mariano Rajoy se acordó también de la oposición, cuyas medidas y planteamientos le producen «estupor» tras el duro trabajo realizado para «darle la vuelta a la situación». Sería «un disparate» que el país volviese a «caer en las manos» del Partido Socialista, dijo, además de no considerar relevantes opciones políticas que «no respetan las reglas del juego » o «se limitan a formar listas con gente que sale de otros partidos». El gran reto de España es ahora, según planteó, conseguir mantener el ritmo de crecimiento actual. Tras la destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo entre 2008 y 2011, España es el país con más crecimiento. Si la senda se mantuviese estable, al final de la legislatura el conjunto de la nación alcanzaría la cifra de veinte millones de trabajadores, un desafío necesario para el mantenimiento del sistema actual de pensiones y del estado del bienestar.

Drama cotidiano

El presidente del Gobierno dedicó parte del inicio de su intervención al recuerdo y la reflexión acerca del naufragio de un pesquero con 700 personas a bordo en la costa de Libia. Este suceso, que podría convertirse en una de las mayores tragedias del Mediterráneo, fue definido por Rajoy como un «drama cotidiano» que ningún país del mundo, «por preparado que esté o recursos que tenga», podría solucionar por sí mismo. Abogó por el trabajo conjunto a nivel europeo para dar respuesta a tragedias que cada vez suceden con mayor frecuencia. «Ya no valen las palabras, hay que pasar a los hechos», afirmó un Mariano Rajoy que se mostró consternado por la desaparición de centenares de personas que «huían de la guerra y la miseria».

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