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el faro

Pues no éramos tan malos...

vicente ordaz

Hubo un tiempo en el que la Comunidad Valenciana parecía el epicentro de la corrupción política establecida en este país, todavía llamado España. Raro era el día en el que algún informativo de carácter nacional no abría con algún escándalo, despilfarro, o actuación indecorosa de la clase política valenciana. Gürtel, que por si a alguno se le olvidó, es un caso con origen y causa en Madrid, adquiría de repente un más que marcado acento mediterráneo. La causa de los trajes, de la que por cierto, Francisco Camps y Ricardo Costa fueron absueltos, fue exprimido en el ámbito mediático como pocas veces. Se enseñaba la Ciudad de las Artes y las Ciencias, como el ejemplo del nuevo rico que se ha gastado mucho más de lo que debería, en un capricho poco útil y necesario.

Todas estas situaciones, y el tratamiento de las informaciones referidas, creó un caldo de cultivo que es origen y causa principal, del distanciamiento que durante mucho tiempo, y lo que todavía queda, ha marcado el gobierno central con la administración Fabra. Lo del cordón sanitario con la comunidad, ha sido una realidad más que evidente. Una situación en la que sobra decir que los valencianos hemos sido los más perjudicados.

Pero sin que nadie pueda intentar sacar rédito de un caso de corrupción política, ya que la primera que pierde es la sociedad, si que ha llegado el momento con los acontecimientos de estos últimos días de alguna puntualización. La corrupción política no es cuestión de un partido, ni de una ideología, ni por supuesto de un territorio, aunque a más de uno le haya venido bien. Los que durante mucho tiempo han apuntado a la Comunidad Valenciana y su clase política, hoy no saben cómo tapar las vías de agua que la corrupción ha abierto en su imperio.

No quiero ni pensar que leeríamos o escucharíamos, o a que se enfrentaría nuestro territorio si en cualquier operación, «púnica» o «médica», seis alcaldes de localidades valencianos fueran detenidos y puestos a disposición de un juez, si todo un ex secretario general fuera detenido con todos los honores, si un ex presidente valenciano, familia incluida, tuviese más dinero en Suiza, que el PIB de algún país. Sinceramente, prefiero no saberlo, pero para que todos tomen nota, por aquí evidentemente bien no lo hemos hecho, pero tan malos, resulta que no éramos.

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