Valencia aspira a convertirse en referente mundial de ciudad inteligente

Con la adjudicación desde ayer a Telefónica de la gestión de la plataforma «Smart City» por cuatro millones de euros para cuatro años, Valencia se convierte ya en la primera ciudad española en implantar una plataforma tecnológica integral de gestión municipal, que la convertirá en «líder y referente» de ciudad inteligente .

Esta nueva herramienta, a la que el Ayuntamiento de la localidad se refiere como «el cerebro» de la administración pública local, aglutinará todos los sevicios a través de 350 indicadores para gestionar el 100 por cien de los recursos públicos e interconectar todas las áreas: movilidad, tecnología, eficiencia energética, medioambiente, gestión demográfica y urbanismo, entre otras. Los objetivos principales son la reducción del gasto, optimizar la eficiencia en la gestión y mejorar la calidad de los servicios.

La nueva plataforma de gestión integral transversal –que se enmarca en la Estrategia 2020 planteada desde el Consistorio– recibirá toda la información de cada servicio municipal que en ella se integre a través de indicadores y sensores, lo que permitirá «estudiar las necesidades y tomar las decisiones necesarias para una mayor eficiencia de la gestión ».

Los primeros servicios que están ya en marcha –a la espera de ir incorporando más– son circulación y transporte y sus infraestructuras, jardinería, alumbrado público, coordinación de obras en vía pública, servicios centrales técnicos, el Servicio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Sertic), Policía Local, Bomberos y Emergencias, Ciclo Integral del Agua y EMT. Previsiblemente, la utilización de esta herramienta se amplíe en breve a un total de 40 servicios municipales.

Los sensores e indicadores permiten conocer, por ejemplo, el grado de humedad de un jardín para saber si necesita o no ser regado; el nivel de basura en un contenedor de residuos para decidir si hay que pasar a vaciarlo; o dónde hay plazas libres para aparcar.

Estos servicios estarán monitorizados permanentemente y conectados a través de una red de fibra óptica, cuyo despliegue por la ciudad en el último año ha supuesto una inversión de más de 100 millones de euros y la creación de más de 1.000 puestos de trabajo.