El misterio de la vedette Tina de Jarque

En noviembre de 1936, Tina de Jarque fue detenida en Madrid por Abel Domínguez, pagador de las milicias Andalucía-Extremadura de la CNT, que se enamoró perdidamente de ella. Acusada de espía, quintacolumnista y de cómplice del robo de joyas, sobre su destino final corrieron los más variados rumores, desde su fusilamiento hasta una rocambolesca huida.

Según recoge el libro, se encuentra enterrada en el cementerio de Valencia. La fama que la artista alcanzó en las décadas de los veinte y treinta rebasó las fronteras de una España convulsa por el estallido de la Guerra Civil. Protagonizó revistas inolvidables --varias de ellas en la capital del Turia--, fue pionera en la difusión de ritmos como el jazz o la bossa nova y llegó a hacer películas en Alemania y Estados Unidos.

Todos estos ingredientes la convierten en un personaje que cautivó a Alfonso Domingo, que comenzó a sentir curiosidad por su historia a raíz de la restauración de la película 'Carne de fieras'. "Me interesó porque era una mujer muy adelantada para la época y que no cumplía con los parámetros del momento: hablaba cuatro idiomas, cantaba varios géneros y practicó el naturismo", ha enumerado el autor.

El novelista ha agregado que, aunque fue una mujer que gozó de "mucho prestigio" y que se codeó con los intelectuales, su recuerdo se ha ido diluyendo porque "no fue cómoda para ninguno de los dos bandos" que se enfrentaron en el conflicto bélico español. "La dictadura franquista dejó poco resquicio para el tipo de espectáculo que ella hacía y su relación con los anarquistas la afeaban a la hora de ser reivindicada; por otra parte, el mundo republicano le achacaba el dinero y su relación con personajes como el banquero Joan March, de quien fue amante", ha explicado.

Para Domingo, Tina de Jarque fue "una mujer de bandera pero de su propia bandera, alguien que pretendía ser moderno en un país que estaba todavía intentando salir de cosas ancestrales". El escritor ha apuntado, además, que el enigma de la vedette refleja que aún quedan por contar historias sucedidas durante la Guerra Civil. "La guerra proporciona un escenario literario porque hacer aflorar lo peor y lo mejor del ser humano", ha comentado Domingo, que también ha ejercido como reportero.

No obstante ha precisado que "ésta no es otra historia de la Guerra Civil, sino más bien un relato sobre la condición humana, sobre la vida y la muerte". Finalmente, el autor ha subrayado que, aunque en esta obra hay "mucho de ficción, todo lo que se cuenta es real y está muy documentado", fruto de años de investigación.