De hombres y mujeres

«Las feministas siempre han considerado que las mujeres son 'obligadas' por el hombre a ponerse guapas, y eso les parece mal. Pero la coquetería y la seducción son universales. Actúan como motor de la reproducción, y el 80 por cien de las mujeres que nacen tienen hijos. No sirve de nada negarlo. La igualdad está muy bien, pero para conseguirla es necesario saber que hombres y mujeres parten de lugares distintos , y que mientras nosotros negamos esas diferencias, el capitalismo las exacerba con toda tranquilidad». La frase había sido pronunciada por la novelista, ensayista y activista feminista Nancy Huston , quien acababa de publicar el libro «Reflejos en el ojo del hombre».

Lo que uno se preguntaba era qué hubiera ocurrido si esa frase hubiera sido dicha por un hombre amante de polémicas como el político valenciano Toni Cantó o por el actor recientemente fallecido José Sancho . Pues simplemente que hubiera ardido Troya, bueno, mejor dicho, hubiera ardido Twitter, que era la Troya de hoy en día.

Él tenía un hijo y una hija. A los dos los había educado de forma semejante pero ambos presentaban unas peculiraridades que él, desde su punto de vista de simple padre, atribuía a su diferente género. Con ello, negaba a Simone de Beauvoir , quien dijo aquello de «no se nace mujer». Sería en su caso, porque en el de su hija, había nacido mujer, y en el de su hijo, hombre. Negar eso era negar la evidencia en aras de lo políticamente correcto. Lo bueno de esta época de cambios que nos tocaba vivir era que todo podía replantearse. De la crisis, venía la catársis. Se podía reconocer la diferencia sin que ello conllevara la desigualdad. De hecho, quizás así fuera más fácil conseguirla.