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Una rebelde para liderar el PSC

Rocío Martínez-Sampere gana enteros en la posible sucesión de Pere Navarro al frente del socialismo catalán

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maría jesús cañizares

LOS tiempos deben administrarse con prudencia en cualquier carrera sucesoria, sobre todo en un partido en declive como el PSC, donde la debacle electoral, la falta de liderazgo de su primer secretario, Pere Navarro, y el activismo de los sectores críticos, se han convertido en un cóctel explosivo del que ya han saltado chispas: en forma de desobediencia de voto, por parte de las corrientes más soberanistas, y de críticas al seguidismo de CiU, por parte de dirigentes que rechazan el derecho a decidir que, hace unos días, defendía el propio Navarro en Bruselas.

Por ello, son muchos los dirigentes del PSC que ya piensan en la sucesión del actual líder porque, aunque no han pasado ni seis meses desde las últimas elecciones autonómicas, el tortuoso proceso independentista del gobierno de Artur Mas, así como su incapacidad para gestionar la crisis, han disparado el ruido de adelanto electoral. Y los nombres de posibles aspirantes comienzan a surgir, sin que ninguno de ellos se postule públicamente.

Suena con fuerza el de Rocío Martínez-Sampere, una de las cinco diputadas del grupo parlamentario socialista que, en el mes de febrero, se negaron a votar en contra de la Declaración de Soberanía propuesta por CiU, ERC e ICV. Su insumisión le valió una multa, pero también el refuerzo de su proyección mediática, ganada a pulso gracias a una excelente dialéctica, una buena presencia y una amplísima experiencia en materia económica.

Estancia en la City

Nacida en Barcelona en 1974 y madre de dos niños, se licenció en Economía por la Universidad Pompeu Fabra (UPF), donde tuvo como profesor al actual consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, a quien actualmente da la réplica en los debates parlamentarios.

Cursó en Londres un máster en Economía en la London School of Economics y, posteriormente, un máster en Políticas Públicas. También ha cursado estudios de doctorado en Economía Pública en la Universidad de Barcelona con una tesina sobre Microsimulació Fiscal. Trabajó en Londres como analista financiera y en el «think Tank» Fabian Society vinculado al Labour Party. Ya en Barcelona, contactó con los socialistas catalanes a través de la Fundación Rafael Campalans, donde ahora es patrona e integrante de su ejecutiva.

Fue jefa de gabinete de Narcís Serra y asesora del ex presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. En 2006 formó parte de las listas del PSC y, ya como diputada, fue nombrada portavoz de la Comisión de Economía y Finanzas. Militante de esta formación desde 2003, actualmente es miembro de la ejecutiva del PSC.

Muy activa en las redes sociales, donde expone un i deario rotundamente catalanista, defiende la inmersión lingüística y el derecho a decidir porque «se debe afrontar el debate y dejar que decide el “demos ”, la ciudadanía. Aquello que se conoce por derecho a decidir es la mejor manera de descallar un problema que existe, agrade o no», según explicó tras el acto de rebeldía protagonizado en el Parlament.

Una visión muy diferente a la de otros dirigentes catalanes como Celestino Corbacho o Carme Chacón, con quienes nadie cuenta en el PSC como posible relevo de Navarro. Ambos rechazan el tono soberanista de la actual dirección, pero mientras el primero podría volver a presentarse como candidato a la alcaldía de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la segunda sigue teniendo la vista puesta en la sucesión de Alfredo Pérez-Rubalcaba.

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