Hazte premium Hazte premium

el mentidero

La soledad del corredor de fondo

Intereses ocultos dentro de la federación han provocado que, cinco meses después de las elecciones autonómicas, se hable ya de candidatos a la presidencia de la Generalitat

maría jesús cañizares

Sabemos que el presidente Artur Mas comparte gimnasio con el consejero de Territorio, Santi Vila. Evitemos dar más detalles por cuestión de seguridad, aunque de desvelar este tipo de información ya se encargan los aficionados al escrache. Pero es irresistible imaginar a ambos convergentes sudar y competir en las cintas de correr en un momento en que se ha abierto el melón de la sucesión, siendo Vila uno de los dorsales que cuenta con más posibilidades. Intereses ocultos dentro de la federación han provocado que, cinco meses después de las elecciones autonómicas, se hable ya de candidatos a la presidencia de la Generalitat. Y, sorpresivamente, ahora resulta que el líder de CiU amaga con reincidir, después de haber asegurado que ésta sería su última legislatura.

Que nadie se fía de nadie dentro de la cúpula nacionalista es más que evidente y por sus declaraciones les reconoceréis. Entra dentro de la normalidad que el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, sea un hombre mediático, lo que no es tan obvio es que las ruedas de prensa posteriores a la reunión del Gobierno catalán se conviertan en un ajuste de cuentas con otros compañeros que, como Francesc Gordó o Jordi Vilajoana -el enlace con Madrid y único amigo que Mas asegura tener- son partidarios de una consulta legal y consensuada con el Estado. Hay que agradecer a Homs su predisposición a inmolarse si no hay referéndum, aunque a estas alturas ya es difícil creerse la épica de este grupo patriótico, pues el propio Mas también dijo estar dispuesto a ceder el liderazgo de la casa grande del catalanismo si con ello se lograba una mayoría soberanista. Pero ahí le tienen ahora, dispuesto de nuevo a convertirse en cabeza de lista. A no ser que finalmente se recurra al plan B, el de la candidatura conjunta CiU-ERC. Un tándem Mas- Junqueras ahorraría al dirigente convergente disimular ese nuevo desplome que auguran los sondeos, mientras ERC sube como la espuma. Otra cosa es que este tiquet electoral consiga una mayoría suficiente para aplicar su rodillo, pues esas encuestas apuntan a lo contrario. Siempre queda el recurso del frente común porque el soberanismo parece que no escarmentó con el Estatuto. Y hoy por hoy, CiU carece de autoridad moral para hablar de unidad nacional, pues a la división interna que genera la consulta se une su incapacidad para lograr el apoyo de ERC a sus presupuestos.

Es decir, que a Mas le toca vivir en estos momentos la soledad del corredor de fondo. Seguido de cerca por Santi Vila.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación