La consejera Rigau no denunciará el acoso ante su casa por el cierre de una escuela

En declaraciones a la radio local, Rigau ha lamentado que el Ayuntamiento de Terrassa no haya trabajado con la Generalitat para «hacer entender la situación a los padres», puesto que considera que las administraciones deben aclarar de forma unánime cómo actuar. «Yo entiendo que lo que ha fallado ha sido la cadena de responsabilidades», por el hecho de que el consistorio vallesano no haya avalado la programación escolar de la Generalitat ha hecho que la población se despistara.

Rigau también ha relatado cómo se desarrolló la acción al indicar que la protesta frente a su casa se convocó por Internet y logró concentrar a una treintena de personas con uniforme amarillo y carteles para hacerle una «sorpresa». «Paralelamente, los niños jugaban en el parque infantil. Pusieron una pancarta diciendo de qué escuela eran y protestaron ante mi casa», ha detallado la consejera. Rigau ha insistido en que la desaparición de Can Montllor no es cuestión de recortes, sino que se debe a una reordenación escolar provocada porque en el municipio hay 192 niños menos por escolarizar en el próximo curso.