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ciencia

Las manos de los pobladores de Atapuerca les permitían hacer los mismos movimientos pese a su menor robustez

El investigador Carlos Lorenzo examinó en una conferencia cómo ha variado la mano de los homínidos desde los chimpancés hasta la actualidad

Las manos de los pobladores de Atapuerca les permitían hacer los mismos movimientos pese a su menor robustez ical

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Las manos de los homínidos que poblaron la Sierra de Atapuerca les permitieron hacer a los primeros pobladores de la sierra «los mismos movimientos» que hacemos los humanos del siglo XXI «pese a que su robustez» era infinitamente menor. Así lo aseguró ayer en Burgos el investigador Carlos Lorenzo que destaca que «Atapuerca» es un foco de fósiles de restos de esta parte del cuerpo «único».

Lorenzo ofreció en el salón de actos de la Residencia Gil de Siloé una conferencia titulada 'La evolución de la mano en los homínidos y los fósiles en la Sierra de Atapuerca' en la que participaron medio centenar de personas entre investigadores del Equipo de Atapuerca e interesados por la materia.

El codirector de las excavaciones Juan Luis Arsuaga fue el encargado de presentar al ponente de quien destacó su «amplio conocimiento» sobre los restos de manos que han ido apareciendo en los últimos años en los prolíficos yacimientos burgaleses. En este sentido, recordó que «hay muchos restos de manos» de distinta antigüedad que han sido localizados en los yacimientos de Sima del Elefante, Gran Dolina y Sima de los Huesos . Precisamente, este último es el que más restos fósiles de estas extremidades ha sacado a la luz, «todos ellos de una gran calidad».

En un primer momento, Lorenzo explicó que para hablar de las manos de los humanos es necesario «localizar» las diferencias que existen con respecto a nuestros antepasados, concretamente con los chimpancés. «Los chimpancés tenían un dedo gordo muy corto y poco robusto y esto es lo que nos diferencia. Los humanos poseemos unas manos ágiles y robustas con un dedo gordo predominante», aseveró Lorenzo, que entiende que la mano es el órgano que más diferencia a los humanos de los animales.

Robustez

«Los humanos tenemos un pulgar y una mano tan robusta para manipular y construir objetos, además de para comunicarnos o gesticular», apuntó el investigador, que incide en que «los cambios en las manos de los humanos» han sido «progresivos y abundantes». En primer lugar se alargó la longitud del pulgar , y poco a poco se hizo más robusto uno de los dedos, el pulgar.

En cuanto a las manos de los pobladores de Atapuerca, Lorenzo señala que «eran similares» a las de los neandertales, aunque «con diferencias», «tal y como muestra la industria lítica» de los distintos yacimientos.

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