Ciudadanos no participará en gobiernos «que no dirija»

O al mando o en la oposición. Ciudadanos no entrará a formar parte de gobiernos locales o autonómico en Castilla y León a no ser que sea la formación de Albert Rivera la que dirija el barco. Así lo dicta el comité autonómico de pactos que tras mantener ayer su primera reunión de trabajo ha marcado las líneas rojas y las directrices que definirán las conversaciones con el resto de partidos que mantendrán en las próximas semanas más que ocupada la agenda de la formación. Y es que la representación obtenida en las urnas hace que sus concejales sean la llave para abrir la puerta de la Alcaldía en cinco capitales de provincia.

Todos les buscan y ellos lo saben. En Ávila, Burgos, León, Salamanca y Palencia su voto será decisivo el 13 de junio, cuando los ayuntamientos decidan quien será el regidor. En las citadas cinco capitales nadie ha logrado la mayoría absoluta y el que quiera gobernar necesita conquistar a Ciudadanos para alcanzar la cifra mágica que con otras formaciones no rozan. Así, ellos decidirán quien toma el bastón de mando y cómo. Se abren en este escenario dos posibilidades: permitir a una lista acceder al sillón con su voto en el pleno de investidura -y sin compromiso alguno de cara a los siguientes cuatro años en los que se llegarán a a acuerdos puntuales- o estar en un equipo al frente del Consistorio junto a uno o varios partidos. Es en este segundo supuesto en el que dejan claro que «no participarán en Gobiernos que no dirijan». Dicho de otra forma, o la Alcaldía es suya o no quieren «cambiar cromos o comprar sillones», explicó ayer Pablo Yáñez, miembro del comité de pactos, junto al líder regional, Luis Fuentes, y el subsecretario, Miguel Ángel González.

Teniendo en cuenta que en ninguna de las capitales en juego fueron la lista más votada la opción de dirigir el Gobierno parece a priori difícil de conseguir junto al partido con más concejales, que les supera significativamente , siendo tal vez más fácil que cedan a su «mando» otras formaciones. Por ejemplo, en Ávila, donde fueron la segunda fuerza con mejores resultados, en el caso de que se ponga sobre la mesa su entrada en el equipo municipal se abren dos caminos: unirse al PP -que se impusieron sin mayoría en las elecciones- y que este claudique su primera plaza; o juntarse con, al menos, tres formaciones, con las que superar en número a los populares.

En la Junta , casi se descarta que formen equipo con Juan Vicente Herrera, si es que es él quien finalmente se presenta como candidato, al ser probablemente innecesario que el PP entregue su gobierno a cambio de los votos de Ciudadanos, ya que con una sola abstención de la oposición es suficiente.

Cuando no se llegue a un acuerdo con otras formaciones porque «no se coincidan en intereses comunes» a partir de los cuales crear un equipo, éste no se constituirá y la decisión de la formación de Albert Rivera se limitará entonces al voto que realicen el día de la investidura, donde entienden que la prioridad es «facilitar el gobierno y la estabilidad» y «lo natural» es que en la mayoría salga la lista más votada.

Esa afirmación no supone un cheque en blanco para los vencedores -a medio gas- de las elecciones. Y es que dejar gobernar lleva aparejadas unas exigencias. El documento guía para los pactos establecido por Ciudadanos enumera una serie de líneas rojas. De esta forma, la primera, «antes si quiera de empezar» es un decálogo anticorrupción. «Es una cuestión previa», si el otro «dialogante» no lo firma «no nos sentaremos a hablar», advirtió Yáñez.

Ciudadanos asume que el texto anticorrupción dificulta y mucho las negociaciones con la candidatura de Antonio Silván (PP) en León. Y es que el documento veta a personas imputadas y el número 8 de la lista, Francisco Javier García Prieto, está citado a declarar con esta condición en el caso de los créditos a Santos Llamas. También se marcan aspectos sobre la condonación de la deuda, reformas electorales... «Habrá quienes no lo quieran firmar y quienes lo firmen y luego no nos pongamos de acuerdo». Aceptadas las cuestiones «previas» será el momento de hablar. Los pasos se coordinarán con el comité regional de pactos y el visto bueno será del comité nacional.