Las capitales se animan a congelar y bajar sus tasas, pero con «moderación»

j.m.a

23/07/2014
Actualizado a las 20:22h.

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Aunque cada ciudad es un mundo y siempre es complicado generalizar, la mayoría de las nueve capitales de Castilla y León han empezado a tener «detalles» con los ciudadanos al decidir la congelación –subida del IPC– y, en menor medida, la rebaja de buena parte de sus tasas e impuestos. La ligera mejora económica que ya se empieza a notar y, sobre todo, los duros planes de ajuste de los años más duros de la crisis han permitido a varios ayuntamientos de la Comunidad cerrar los últimos ejercicios con superávit y empezar «con moderación» a disminuir alguna tasa o tributo también para impulsar una mayor actividad en sus ciudades.

Reducciones generalizadas

Desde el Consistorio abulense destacan que en lo que va de año se han bajado tres impuestos (IBI –Impuesto de Bienes Inmuebles–, vehículos e ICIO –Impuesto sobre Construcción, Instalaciones y Obras), mientras que cuatro no han variado. En cuanto a las tasas, ha menguado una, dos han subido al ritmo del IPC (Índice de Precios de Consumo) y once no han cambiado. Convencidos de que es el momento de «reducir» los tributos municipales, el teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Félix Olmedo, considera que el objetivo es que los ciudadanos «aporten menos» económicamente al Ayuntamiento para que dispongan de mayor liquidez. Además, prevén que la recaudación en la capital amurallada se mantenga o «aumente un poco» en función del «incipiente consumo y de la inspección tributaria». Después de «tocar» las tasas y tributos en 2014, se marcan como objetivo «una bajada generalizada de los impuestos» y afirman que las medidas incluidas en la reforma fiscal del Ejecutivo central «parecen acertadas y reducirán la carga fiscal municipal en los ciudadanos».

Ventajas fiscales empresariales

El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, anunciaba el pasado jueves una congelación de impuestos para el próximo año y una reducción en el IBI, tasa de basuras, IAE (Impuesto de Actividades Económicas) y Vehículos del tres por ciento a quienes se acojan al pago fraccionado voluntario conocido como «cuenta fácil». Además, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se reducirá un 6 por ciento (del 0,486 al 0,456) para todos los ciudadanos. En cuanto a las empresas, fue el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, quien anunció un plan de ajuste y ventajas fiscales para las que se instalen en Burgos y muy «especialmente» en Villalonquéjar, con una reducción del 95 por ciento los primeros años en las tasas municipales y de hasta el 100 por ciento en el IAE. Estas ventajas podrían «prorrogarse en función del número de empleados hasta los 10 ó 15 años de actividad». Las actuaciones se complementan con una bajada del impuesto de plusvalía del 30 al 21 por ciento y una mengua del 50 por ciento en la licencia de obras en las reformas requeridas por la inspección técnica municipal, además de la ya anunciada reducción en transporte público e instalaciones deportivas para desempleados y jubilados, así como las rentas bajas en cálculo del IPREN.

Escaso margen de maniobra

Con un plan de ajuste previsto hasta el año 2032 y con una deuda que no se situará en su nivel máximo permitido –está muy por encima– hasta el año 2021, el Ayuntamiento de León tiene un escaso margen de maniobra para reducir cualquier tipo de tasa o tributo, aunque sí está pactada la congelación de «todas» para que «en términos reales siga costando lo mismo», según explicó su concejal de Hacienda, Agustín Rajoy, quien recuerda que también se aprobaron beneficios fiscales para las empresas que se instalen en el parque tecnológico, pero «ninguna» lo ha solicitado. Rajoy admite que no esperan «grandes cambios» en la recaudación ni de éste ni de los próximos años y recuerda que el mayor impuesto es el IBI, pero «como no hay nueva construcción...». Por último, cree que el efecto de la reforma fiscal sobre su ayuntamiento «no será significativo».

Tras la «quiebra técnica»

Tanto en los años 2012 y 2013 como en el actual y en la previsión para el próximo, el equipo de Gobierno encabezado por Alfonso Polanco ha «congelado» todos los impuestos municipales, «a excepción de la subida del 10 por ciento del IBI establecido por el Ministerio de Hacienda en 2012». Respecto a las tasas –en torno a 30– en los dos últimos años se incrementaron «puntualmente las más deficitarias –7 en 2012 y 19 en 2013– con un promedio del 1,83 por ciento». Sin embargo, tanto en este curso como en el siguiente no se tocarán. Para el Ayuntamiento estas decisiones son «históricas» y considera que «no tienen parangón en ninguna otra capital de provincia», especialmente por la «importantísima deuda heredada» y por haber recibido las arcas municipales «en quiebra técnica». Eso sí, el Consistorio no espera recaudar más este año por la ligera reactivación económica y considera que la reforma fiscal del Gobierno «no influirá» en el día a día de los ayuntamientos.

El transporte público «más barato»

El anuncio estrella del Ayuntamiento salmantino regido por Alfonso Fernández Mañueco es la congelación del IBI para el próximo año y el siguiente, al igual que el precio de los tarifas del transporte urbano, que ya son «las más baratas», según destaca el concejal de Hacienda, Fernando Rodríguez. En su repaso de las actuaciones de los últimos años, el edil resaltó que ya se «racionalizó mucho el gasto», con la eliminación de lo que «quizás no era tan necesario». Fruto de este trabajo, el Ayuntamiento de Salamanca ha conseguido «sanear nuestras cuentas sin gastar más de lo que ingresamos». Preguntado sobre la posibilidad de bajar impuestos municipales, admitió que «lo más prudente es la congelación», porque los servicios "tienen que ser financiados y no se puede generar más déficit». Además, el edil asegura que las «duras épocas pasadas nos enseñan que hay que ser prudente en todo».

Amplias bonificaciones

Tras destacar que durante «toda» la legislatura sus tasas han subido «únicamente» al ritmo del IPC, explican que para este año se ha acordado «un régimen de bonificaciones fiscales» que afectan «fundamentalmente» al Impuesto de Actividad Económica, al ICIO y al IBI. Los descuentos rondan entre el 50 y el 80 por ciento del tributo y van destinados, principalmente, a las empresas de nueva instalación y a la apertura de comercios por desempleados. Además, existe una bonificación del 3,5 por ciento del IBI para los recibos domiciliados. En todo caso, el Consistorio, gobernado por el Partido Socialista, considera que la pérdida de ingresos «impide» a los ayuntamientos «una rebaja fiscal a corto plazo mientras no se reforme su sistema de financiación». Sobre la reforma fiscal del Gobierno, por un lado apuntan que «reducirá» la participación en tributos del Estado de los ayuntamientos, «aunque sí que es cierto que podría mejorar el consumo».

Baja presión fiscal

El Ayuntamiento de Soria ha mantenido en líneas generales sus tasas e impuestos con las actualizaciones correspondientes al IPC, a excepción del IBI, dada la aplicación progresiva de la revisión catastral del año 2009. En este sentido, el Consistorio ha venido realizando una bajada anual del tipo que se aplica a los nuevos valores catastrales hasta el 0,42% durante cinco años consecutivos. Además, sí ha introducido bonificaciones en el impuesto de construcciones para todas las empresas que se ubiquen en el polígono de Las Casas y en el de Valcorba, que, además, van incrementándose en función del número de empleos. Desde el Ayuntamiento regido por el socialista Carlos Martínez se destaca que la presión fiscal de Soria es una de las menores de Castilla León. Así, por ejemplo, el recibo medio del IBI es el tercero más bajo de España. Sin embargo, el concejal de Hacienda, Luis Rey, siempre ha insistido en que «no podemos rebajar los impuestos y además mantener todos los servicios».

«Es el momento»

Con todos los tributos municipales congelados desde 2012, el Ayuntamiento ha ampliado en 13 los beneficios fiscales con más de 14.000 beneficiarios de unos «descuentos» de 5,2 millones de euros sólo en el pasado año. Según explica el concejal de Hacienda, Alfredo Blanco, «la intención» del equipo de gobierno es «mantener esa congelación» también para 2015 «porque es el momento de hacerlo para ayudar a los ciudadanos a superar la crisis económica». Sin previsión de que este año aumente la recaudación municipal, sí considera que, si se cumplen las previsiones del ministro de Hacienda de una mayor recaudación gracias a la reforma fiscal los ayuntamientos, «veríamos mejorados nuestros ingresos».

Abanico de bonificaciones

Con el fin de neutralizar los efectos de la revalorización catastral, el Ayuntamiento introdujo una reducción del tipo en el IBI. Además, estableció un «amplio abanico» de bonificaciones en la «inmensa mayoría de tasas» para colectivos desfavorecidos de entre el 50 y el 90 por ciento en función de los ingresos. Además, otro bloque va dirigido a la nueva creación de empresarios o a que amplíen su actividad. Su aplicación está vinculada al número de puestos de trabajo que se creen. Desde el Consistorio se apuesta por la «prudencia», pero ante los «claros síntoma de recuperación» consideran que se puede «plantear» un incremento de los ingresos de cara al 2015, tanto por al aumento del consumo como por la reactivación del sector de la construcción. En esta línea, creen que la reforma fiscal del Gobierno «va a contribuir» a impulsar el consumo,

por lo que «será positivo para todos y también para los ayuntamientos».

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