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ABDICA EL REY

Felipe VI, un monarca con fuertes raíces castellanas y leonesas

Don Felipe de Borbón empleó una semana en mayo de 1997 a conocer Castilla y León, un viaje en el que siguió los pasos de su padre en mayo de 1968

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El príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón , que en semanas reinará como Felipe VI tiene profundas raíces en castellanas y leoneses , las más cercanas de su abuelo don Juan, que nació en Segovia. De la Comunidad, el futuro jefe del Estado, es un gran conocedor no sólo por las numerosas visitas institucionales, sino también porque en 1997 dedicó nueve días a conocer estas tierras , donde reconoció que cada paso le recordaba las hazañas de los reyes de quienes desciende.

A sus 29 años, don Felipe recorrió entre el 20 y el 28 de mayo las nueve provincias de Castilla y León, siguiendo el viaje que realizó su padre, el rey don Juan Carlos I en mayo de 1968, cuando todavía era príncipe de Asturias. Muchas cosas han cambiado en aquella comunidad de 1997 , que hoy con sorpresa ha conocido que con 46 años, don Felipe se pondrá al frente del país para afrontar una nueva etapa de cambios y transformaciones para ganarle la partida al futuro.

El príncipe, que entonces estaba soltero y todavía no había estrenado la paternidad, fue recibido en las casas consistoriales de las nueve provincias e inauguró la exposición de la Fundación de Las Edades del Hombre en El Burgo de Osma (Soria) . El viaje se inició con una visita a la Presidencia de la Junta de Castilla y León y a las Cortes, donde se le rindió honores como Alteza Real y donde estampó su firma en el libro de Honor de ambas instituciones.

El entonces presidente de la Junta, Juan José Lucas , le dio la bienvenida a una tierra de«vieja y honda tradición hospitalaria», «plural» y «abierta», que según señaló apostó por «lo común» y por tener un papel central en la lucha por la libertad y la democracia española. «Lo castellano y lo leonés no sólo no es incompatible con la afirmación de lo español, sino que ambas conciencias son inseparables », dijo al príncipe en el vallisoletano Colegio de La Asunción, sede de la Presidencia de la Junta.

« Me encuentro entre vosotros como en casa», dijo don Felipe a las autoridades de la Comunidad, tras presidir un Consejo de Gobierno. El príncipe recordó que en Castilla y León se reunieron las «más antiguas» Cortes de occidente y que fue la cuna de la lengua castellana. El joven, además, recordó que el «porvenir» de la Comunidad, que había nacido con la aprobación de su Estatuto de Autonomía en 1983, estaba en «manos» de todos los ciudadanos. Para esta empresa, comprometió, su «respaldo y apoyo».

A continuación se desplazó al castillo de Fuensaldaña (Valladolid), antigua sede de las Cortes de Castilla y León, para mantener en el Salón Rojo de la torre del homenaje una reunión con los miembros de la Mesa del parlamento, que presidía Manuel Estella, y con los portavoces de los grupos políticos. También dejó su rúbrica en el Libro de Honor de las Cortes que atravesaban la cuarta legislatura, la de la «vertebración definitiva» del hecho autonómico, y deseó a los procuradores que su labor como representantes de la voluntad popular fuera reconocida por la opinión pública.

Vitalidad de un comunidad madura

Durante su gira de nueve días recibió el cariño de los castellanos y leoneses . Se despidió con un discurso en el que celebró la «madurez» y «vitalidad» de las instituciones propias de la Comunidad y su interés por reforzar el sentimiento autonómico. En su intervención puso como ejemplo los proyectos de conservación y recuperación del «inigualable» patrimonio de Castilla y León; el «alto nivel educativo» y el buen funcionamiento de las universidades y el esfuerzo por la modernización urgente de las infraestructuras.

El príncipe auguró hace 17 años un «brillante» y «magnífico» porvenir a la Comunidad , de la que remarcó su «afecto» y «cariño», que aseguró recordaría con “especial predilección».

Gira de primavera

Con la primavera en todo su esplendor en las tierras de Castilla y León, el príncipe arrancó el 20 de mayo su gira en la ciudad de Valladolid , que recordó como «antigua corte de las Españas», que ha sido testigo de acontecimientos como el matrimonio de los Reyes Católicos o el nacimiento de Felipe II. Además, se interesó por los problemas de la juventud de la década de los 90, como el alcoholismo y las drogas. De la capital del Pisuerga se trasladó al día siguiente a la del Bernesga.

En León, don Felipe tomó contacto con el recuerdo del viejo Reino, a su juicio un «proyecto de España» del que desciende el país. El joven heredero se interesó por la técnica y el procedimiento para la conservación de las vidrieras de la catedral, por las repercusiones de la Ley del suelo y por las reservas de las cuencas mineras. En Astorga, recibió con sorpresa una colección de fotos de su abuelo y bisabuelo , con motivo de una visita a la localidad en 1927.

La tercera jornada estuvo dedicada a Zamora, donde recorrió las instalaciones del Centro de Interpretación de las Lagunas de Villafáfila y conoció en Moraleja del Vino el fuerte impulso del cooperativismo agrario en la Comunidad. También, el entonces alcalde de la capital, Antonio Vázquez, le pidió que guardara en su memoria la imagen de una provincia «acogedora» , pero en peligro de «aislamiento» por estar «casi olvidada». En Salamanca, don Felipe elogió el esfuerzo de la ciudad por la restauración y rehabilitación de sus monumentos y se comprometió a apoyar el prestigio de su universidad.

También, en su cuarta jornada de visitas conoció los problemas de comunicaciones de Ávila, así como la obra de Santa Teresa de Jesús , al tiempo que mostró su confianza en el futuro del sector agrícola y ganadero. En Soria, animó a «soñar» la ciudad y a visitar la muestra de Las Edades del Hombre en El Burgo de Osma. En Burgas, reclamó el fin del «largo, odioso e injusto» cautiverio del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara , secuestrado por la banda terrorista ETA.

Finalmente, el príncipe invitó a los palentinos a potenciar el turismo de calidad como principal recurso socioeconómico y tuvo un «emocionado recuerdo» para su abuelo , que nació en La Granja de San Ildefonso. Además, aceptó con orgullo la Presidencia de la Fundación Juan de Borbón en su visita a la provincia, que cerró el viaje institucional a la Comunidad, en el que «redescubrió» a los hombres y mujeres de Castilla y León, según reconoció entonces el expresidente de la Junta, Juan José Lucas.

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