Un patronato para Ciuden

Primera norma. No hablar. La grey periodística se ha impacientado hasta el infinito. Al fin Madrid dio el placet y rueda de prensa «habemus». La expectación grande, todos los medios estaban presentes. A la hora del té inglés, con traje y corbata impecables, pelo perfecto y gafas de diseño, el nuevo director habló… Y habló y habló… Entre las muchas cosas dichas quedó claro en primer lugar que la continuidad del proyecto pasa por encontrar dinero que lo sostenga, y él, en voz baja, propone un patronato, una implicación de las administraciones públicas, al estilo de la UNED. Esta idea ha pasado por encima de los titulares de prensa, pero es la importante.

Después tenemos un Museo cuyas obras se terminarán, pero el contenido y desarrollo está por ver. De hecho, no se sabe a quién va a pasar su dependencia una vez finalizada la Fundación Ciudad de la Energía de Ponferrada. Y por último, los proyectos de investigación con sus instalaciones en Burgos y Cubillos. Millones invertidos que tienen sus días contados a falta de financiación europea o de rentabilidad privada en la extracción de carbón y obtención de energía con su metodología comprobada. El resto es literatura, demagogia, trabajo y esfuerzo, según a cada parte que se escuche en esta historia que un día fue un sueño bonito pero pervertido en el tiempo.