Javier Lacalle ha pasado de ser en menos de una semana un alcalde discreto y comedido a estar en la diana de muchos coletivos sociales de España y en los medios nacionales por la violencia vivida en las calles de Burgos a cuenta ... del polémico bulevar del barrio de Gamonal.
Político de manual, ha pasado por casi todos los «estamentos» propios de un joven que quiere dedicarse a la tarea de lo público. Este burgalés, de 44 años y licenciado en Derecho , no tuvo ningún miedo en sustituir a uno de los alcaldes más emblemáticos de la ciudad, al ex ministro Juan Carlos Aparicio, y , al igual que él, ganó en 2011 con mayoría absoluta. Su cercanía y juventud fueron bazas importantes.
Inició su militancia en Nuevas Generaciones del PP y muy pronto accedió a su primer cargo como concejal del Ayuntamiento de Burgos. Con el ya fallecido alcalde Valentín Niño, Lacalle puso en marcha la Concejalía de Juventud , un área de la que le costó separarse, ya que también fue director general de Juventud del Gobierno regional con su paisano Juan Vicente Herrera como presidente. Afable y dialogante , en sus casi tres años como alcalde ha conseguido dos grantes proyectos para la ciudad: aprobar el nuevo Plan de Ordenación Urbana y que Burgos se convirtiera el año pasado en la Capital Española de la Gastronomía . Aunque en su expediente siempre quedará el manchurrón por la tardía destitución de uno de sus concejales por gastar una cantidad desorbitada en el móvil del Ayuntamiento.
Javier Lacalle: el alcalde discreto, en boca de todos
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