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cultura

Aloña Alonso: «La danza es una profesión muy dura, pero muy enriquecedora»

La primera bailarina del Ballet Nacional acude a la inauguración del curso de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León en Valladolid

Aloña Alonso: «La danza es una profesión muy dura, pero muy enriquecedora» f.heras

marta marciel

Una infancia protagonizada por el amor a la danza, y la ilusión de llegar a ser bailarina marcaron para siempre la vida de Aloña Alonso. Natural de Valladolid, comenzó en una modesta «escuela de barrio», tal y como ella misma relata, en la que con el apoyo de sus maestras y la ayuda de sus padres, empezó unos estudios de danza que consiguieron que actualmente sea la primera bailarina del Ballet Nacional. Así lo comentó ayer en la apertura de curso de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León, en una vuelta a su ciudad de origen que le llevó a dar la bienvenida a los nuevos integrantes del centro de baile. Esta ponencia se produce días antes de emprender un viaje a Japón que le mantendrá durante seis semanas con su espectáculo, transladando al país asiático la cultura española a través de la danza, «muy valorada» también fuera de nuestras fronteras.

Capacidad de disciplina, exigencia y perfección fueron algunas de las directrices que Aloña compartió con los nuevos y veteranos alumnos de la Escuela, en relación con este ámbito. Por su parte, «trabajar, trabajar y trabajar» fue el consejo que ella recibió en su adolescencia, y que trató de hacer llegar a los presentes en el patio de butacas de la Escuela de Danza. En cuanto a la profesión que los alumnos desean desarrollar, consideró que es «muy dura, pero a la vez muy enriquecedora», y debe llevarse a cabo a través de estudios superiores, ya que «la carrera de un bailarín es muy amplia y se necesita mucha formación». Además, señaló que la danza hace que la persona que la ejecuta sea «responsable y exigente», y aunque conseguir rozar la perfección es muy complicado, «no hay que desistir».

Concretamente, en cuanto a la educación que debe recibir un futuro bailarín, Aloña consideró que esto debería fomentarse desde la infancia, ya que «ayuda a desarrollar la parte creativa de un niño». A tenor de esto, destacó el papel de los padres a la hora de animar a sus hijos, ya que «luchando y pasito a paso, los sueños se hacen realidad».

«Seriedad, compromiso y disciplina»

Esta apertura de curso estuvo presidida por el director de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León, Juan Carlos Santamaría, que resaltó la ilusión de los presentes respecto al nuevo año, así como las instalaciones del propio centro, que simbolizan «un privilegio» para los alumnos. «Seriedad, compromiso y disciplina» fueron sus tres palabras para quienes integrarán a partir de ahora la Escuela , y que conformarán «la danza del futuro» a través de la comprensión de sus necesidades.

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