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medio ambiente

Por el Pilar, todos a vendimiar...

Las abundantes lluvias invernales, una primavera más fresca de lo habitual y el verano «tardío» condicionan el inicio de la campaña, que se generalizará en los primeros días de octubre y que trae una cosecha mejor de lo esperado

Por el Pilar, todos a vendimiar... f. heras

isabel jimeno

Muy pendientes de ver cómo calienta el Astro Rey y hasta dónde se estira y encoge el mercurio en los próximos días. Así viven estas jornadas cientos de viticultores que extienden sus plantaciones por cerca de 75.000 hectáreas en Castilla y León . La vendimia ya llama a las puertas de las nueve denominaciones de origen y otras tantas indicaciones geográficas protegidas y las jornadas venideras son decisivas en el resultado de una campaña en la que vienen trabajando con esmero durante todo el año. Pero es al final del verano y principio del otoño cuando el campo dicta sentencia al abrigo del sol. Las condiciones meteorológicas son clave para que los racimos engorden y alcancen su punto óptimo de maduración antes de morir para convertirse en vino, aunque en las zonas vitivinícolas la maquinaria comienza a engrasarse, las tijeras se afilan para que corten con precisión y se empieza a pensar en las cuadrillas -los extranjeros son mayoría- que ayudarán en las labores.

Pero parece que aún queda para que el trasiego se inicie, incluso en las denominaciones de origen más «madrugadoras», como Rueda , tradicionalmente la primera en comenzar. Si normalmente en torno al 25 de agosto vendimiadores y máquinas ya están en los campos y las reciben el preciado fruto para elaborar sus caldos, esta temporada «en principio, viene retrasada unos quinces días». Será sobre el 10 de septiembre cuando se inicie el incesante trabajo en las cerca de 13.000 hectáreas viñedos acogidas a la que fue la primera denominación de origen vitivinícola de Castilla y León. Las abundantes lluvias de invierno y primavera y el verano «tardío» están detrás del retraso en la vendimia. En las nueve denominaciones el ciclo vegetativo se ha ralentizado.

«Aunque todo depende de las temperaturas» de los próximos días, advierten desde Consejo Regulador de esta denominación que se extiende por 74 municipios , 53 de ellos al sur de la provincia de Valladolid, 17 al oeste de la de Segovia y 4 al norte de Ávila. Especializada en la producción de blancos -aunque desde 2005 también elabora tintos y rosados- el verdejo es la variedad que más superficie de viñedo ocupa. Las uvas se encuentran, desde el punto de vista sanitario, en condiciones «perfectas», aunque aún falta que crezcan, incluso las de la variedad Sauvignon Blanc , las primeras en llegar a las prensa, por lo que desde el Consejo Regulador aún no hacen estimaciones de cuántos kilos recolectarán. La pasada campaña se recogieron más de 77,7 millones de kilos , cantidad récord y más de diez millones por encima de la media que podría superarse y alcanzar los 85 .

En la DO Bierzo , que suele ser la segunda que comienza a recoger el fruto, el Consejo Regulador aún no ha facilitado las previsiones del inicio de la recolección de unos 15,5 millones de kilos (800.000 más que en 2012).

El 20 de septiembre es la fecha que, en principio, manejan en el Consejo Regulador de Tierra de León para el inicio de una vendimia que llega «retrasada» sobre las fechas habituales de principios de septiembre, aunque años atrás «siempre se vendimiaba por el Pilar». Los municipios más al sur de esta Denominación de Origen que se extiende por el sur de la provincia de León e integra a varios pueblos de Valladolid serán los primeros en comenzar. Después, con una diferencia de unos ocho o diez días, se iniciará en las otras tres subzonas en que se divide el territorio amparado, que se extiende por 3.317 kilómetros cuadrados.

Aunque aún restan días claves en la maduración, pues las uvas están empezando a tomar color, la cosecha llega «muy bien, mejor de lo que pensábamos en marzo por el agua que cayó» , ya que la variedad Prieto Picudo «es muy sensible a las enfermedades», apuntan desde el Consejo Regulador. Y si la calidad es «muy buena», la cantidad también parece que cumplirá con las expectativas después de un año 2012 «muy malo». «Con poco, se superará la del año pasado» y se alcanzarán los 5.000 kilos por hectárea. Confían en rebasar los cuatro millones de kilos de uva recogidos.

Entrando en envero

Un poco más al sur en el mapa vitivinícola de Castilla y León, al sureste de Zamora y de Valladolid, en la DO de Toro , las previsiones estiman que será en la última semana de septiembre cuando los racimos se desprendan de las cepas cultivadas por más de 1.200 viticultores para llegar a las bodegas, donde las prensas los conviertan en mosto y, el buen hacer de los bodegueros y el paso de los años, en los tintos de Toro. Aquí la vendimia sigue la tónica general y llega «con retraso».

Las uvas acaban de entrar en el envero, cuando otros años la recta final del proceso había comenzado dos semanas antes. Las lluvias de primavera e invierno y el calor estival más rezagado tienen la culpa. Eso sí, desde el Consejo Regulador aseguran que los racimos, desde el punto de vista sanitario, están «perfectos» y la cosecha llega potente . La estimación son unos 18 millones de kilos, en la media de los últimos cinco años, aunque superior a 2012, cuando cayó en torno a un 10%.

Muy pendientes de cómo llegará el tiempo en septiembre están en la Denominación de Origen de Cigales . Y es que la cosecha aquí también espera con unos quince o veinte días de retraso. Aún cuesta ver las uvas enveradas y otros años ya estaban pinteando. Así que las previsiones en el Consejo Regulador de esta denominación que se extiende por 572 kilómetros a ambos márgenes del Pisuerga entre las provincias de Valladolid y Palencia son comenzar con la vendimia a últimos de septiembre para los rosados y «después del Pilar» (12 de octubre) con la que se destina a la elaboración de tintos. Será algo más tarde de lo normal, ya que las vides comenzaron a «despertar» más lentas por las lluvias invernales y primaverales, retrasando ya todo el ciclo vegetativo, al que tampoco ha ayudado el calor no excesivo.

Con 2.000 hectáreas reguladas y 451 viticultores y después de un mes de julio «muy complicado» en el que los tratamientos dieron resultado, estiman una recolección de unos ocho millones de kilos dentro de la denominación, a los que se añaden otros de la zona que se comercializan como vinos de la tierra.

También para últimos de septiembre, en torno al 27 ó 28, «una semana más tarde de lo normal», esperan que vendimiadores y máquinas empiecen a cortar racimos en la DO Tierra de Zamora. Las heladas de abril y mayo «han sido lo peor» para las viñas, retrasando el proceso y reduciendo el rendimiento, con maduraciones «desiguales», por lo que las previsiones de cosecha en esta comarca vitivinícola que se extiende a lo largo de 1.799 kilómetros por 46 municipios al sureste de la provincia de Zamora y 10 de Salamanca no son muy halagüeñas.

El «problema» del hielo

En el Consejo Regulador, aunque hay diferencias entre unas zonas más afectadas que otras por el hielo, ya tienen claro que no llegarán a las cifras de años récord (un millón de kilos) y que se quedarán «más o menos como en un año normal, pero algo menos», rozando los 750.000 kilogramos de materia prima.

Finales de septiembre o principios de octubre. Es la fecha marcada en rojo en el calendario de la Denominación de Origen Arribes para iniciar la fiesta de la vendimia. Como en el resto de las otras ocho denominaciones de origen de Castilla y León, llega con «un poco de retraso» ya que hasta principios de julio no empezó a hacer calor para que las vides cogieran vigor.

Desde el Consejo Regulador subrayan que la uva está «realmente bien» y esperan una cosecha «en la media» de los últimos años, con en torno a un millón de kilogramos de fruta recogida para convertirse en vino.

Ribera está comenzando el envero, con un retraso de unos doce días sobre la media debido a las lluvias de marzo y el calor del mediodía estival, que hace que la planta «pare para no perder agua en exceso», por lo que, desde el Consejo Regulador, apuntan que aún es pronto para fijar una fecha para la vendimia en la denominación de origen vitivinícola más grande de Castilla y León (una franja de 115 kilómetros por 35 de ancho que se extiende por más de cien pueblos de Burgos, Valladolid, Segovia y Soria), de las últimas en terminar de llenar las bodegas.

«Dependemos del mes de septiembre» , advierten desde Ribera de Duero. Las temperatura de este mes serán también claves en el rendimiento de la cosecha en unas vides que, desde el punto de vista sanitario, tienen un estado «muy, muy bueno». El año pasado superaron los 86 millones de kilos recolectados, diez por debajo de 2011, aunque por encima de la media.

La «última» denominación de origen en Castilla y León y España que comienza a recoger la cosecha, la de Arlanza , estima que «como muy pronto» comenzarán a vendimiar el 15 de octubre , con algo de «retraso, unos ocho o diez días», sobre las fechas normales por una temporada más «fría». En esta zona en el centro de la provincia de Burgos (54 núcleos de población), que se adentra también en Palencia (13), la uva aún está «muy verde», apuntan desde el Consejo Regulador, pero marcha bien y, «si todo continúa normal» y las temperaturas no descienden mucho, esperan una buena recolección, con entre un «diez y quince por ciento más» que el año anterior, hasta llegar a los 1,5 ó 1,6 millones de kilos.

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