sociedad
«No tenemos más que para algo de comida y pagar la luz y el agua»
Minero desde hace 18 años, se ha quedado en paro con cuatro bocas que alimentar. Está en proceso de desahucio y advierte de que como su familia «hay muchas»
Vive en Bembibre, tiene mujer y tres hijos. Hasta hace un año gozaba de cierta estabilidad económica, que le daba la seguridad de que a sus niños no les faltaría de nada, pero este minero, que prefiere mantener su anonimato, vio cómo irrumpió en su camino la crisis del carbón. Cinco meses atrás su nombre se incluyó en un Ere de Extinción, «sin posibilidad de regresar al tajo» . Ya se le ha acabado la prestación por desempleo y no tiene «ningún ingreso» . Para más inri, el banco le reclama su casa por impagos.
-Ya no tiene ingresos regulares, ¿recibe ayuda de algún familiar?
-Sí. Si no fuera gracias a los padres no podríamos pasar más de dos semanas con lo que he estado cobrando (los cinco meses anteriores he cobrado 968,45 euros mensuales. Y en la actualidad estoy a la espera de si me conceden una ayuda familiar de 426 euros. Desde el día 10, no tengo ningún ingreso).
-¿Qué consume sus recursos?
-Luz, agua, gas, carbón para la calefacción, libros, y demás enseres para el colegio y instituto de los niños y, en contadas ocasiones, algo de ropa. También necesitamos seguir comiendo cada día y no podemos olvidar que somos cinco bocas.
-¿Hace cuánto que no pueden pagar la hipoteca?
-A día de hoy llevamos cuatro meses sin abonar la hipoteca de la vivienda, y ya tenemos cuatro avisos del banco
-¿Tenían algún aval que se pueda ver afectado?
-Sí, mis padres y hace 1 año los sacamos de la misma, ya que debíamos menos del 30 por ciento del préstamo hipotecario.
-¿Imaginó hace años que podría perder su trabajo de la noche a la mañana?
-Nunca pensé que me podría ver en esta situación, dado que con mas de 18 años en la mina contaba con que dentro de cinco yo sería uno de los prejubilados en la cuenca, por eso nunca lo hubiera pensado, ni yo ni nadie. Además, a día de hoy me adeudan siete salarios y las pagas correspondientes.
-¿Ha perdido la esperanza de volver al tajo?
-Tal como esta la situación sí, pero seguiré luchando, no por mí, sino por mis hijos, que son tres y les tengo que dar un futuro, al menos, mejor que el mío.
-¿Cree que esta situación que vive en su hogar podría generalizarse en las cuencas mineras?
-Si la cosa sigue así, algo muy gordo se prepara.
-¿Teme que esta situación llegue a afectar directamente a la educación de sus hijos cuando llegue el nuevo curso?
-Hoy por hoy no podemos comprarles nada que se salga de lo que se les compró cuando empezó el curso, y, además, si mañana necesitan una excursión no podrán ir, ya que no tenemos para nada más que para comprar algo de comida y pagar la luz y el agua.
-¿Han tenido que pedir ayuda a organizaciones para ropa o alimentos?
-Sí, la pedimos y nos dan cada quince días alimentos, tanto en Cruz Roja como en el Banco de Alimentos, y más de una vez el Colectivo por una Vivienda Digna nos ayuda a pagar gastos imprevistos que surgen cada día.
-¿Nota en las cuencas la solidaridad de sus vecinos e instituciones?
-Sí la hay, pero no podemos olvidarnos de que muchas de las personas con las que convivimos se encuentran con las mismas necesidades que nosotros e, incluso, algunas están mucho peor que mi familia. Por ello, la solidaridad es de gente que lucha y se esfuerza en ayudarnos en todo, como la Plataforma Stop Desahucios Bierzo Laciana La Cabrera -que lleva su proceso en los tribunales- y alguna más que hay en la cuenca minera. Nosotros las gracias las damos cada día por el apoyo que recibimos de muchísima gente, pero entendemos que la situación está mal para todo el mundo y como está mi familia, hay muchas.
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