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política

Militantes del Bierzo amenazan con romper sus carnés socialistas

Reclamaron la dimisión de Rubalcaba y de Villarrubia, quien «desautorizó» a los ediles de Ponferrada

Militantes del Bierzo amenazan con romper sus carnés socialistas ical

d.l.gonzález

Militantes del PSOE en Ponferrada pidieron ayer la dimisión del secretario general del Partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de su secretario general autonómico, Julio Villarrubia, interrumpiendo a gritos una comparecencia del líder socialista de Castilla y León ante los medios de comunicación. Con frases como «el que se tiene que ir es Rubalcaba», «no hay calma que valga» o «hay que tener ética política y ser coherentes», media docena de los denominados «militantes de base» quisieron reprochar la postura adoptada por la dirección del PSOE tras la proclamación de Samuel Folgueral como nuevo alcalde de Ponferrada. Este grupo llegó a recriminarle «sólo nos utilizáis» y vaticinó que muchos de ellos acabarán «rompiendo sus carnés».

Julio Villarrubia dio por finalizada su intervención ante cámaras y micrófonos «porque con gritos, comprenderán que no puedo seguir». Previamente, había reconocido que los «ánimos estaban muy calientes. Cómo no. Son momentos duros para las bases socialistas. Para ellos, mi apoyo, cariño y afecto más auténtico».

Con anterioridad, el secretario autonómico del PSOE afirmó que si el nuevo alcalde de Ponferrada y sus concejales no hubieran dejado el partido habrían sido expulsados. Ahora, Samuel Folgueral y los suyos «se quedan sin respaldo político». Así de contundente lo dijo, media hora después del portazo de Samuel Folgueral, en el mismo sitio, en Ponferrada, a donde el secretario general del PSOE de Castilla y León llegó para clausurar el congreso comarcal de los socialistas bercianos.

Villarrubia empezaba recriminando el pacto con Ismael Álvarez, un condenado por acoso sexual, porque»“políticamente, en cualquier momento, pero más el Día 8 de marzo, no se puede aceptar el voto de una persona condenada, aunque esté rehabilitada». Inmediatamente después, se preocupó de aclarar que la nueva situación no se puede interpretar como «una maniobra. No es un fraude del PSOE para quedarse con el Ayuntamiento. Estos señores ya no pertenecen al PSOE. Ya no tienen respaldo ni aval, y no van a tener ningún apoyo socialista». Unos segundos más tarde, insistió con más contundencia para mostrar una «desautorización total» y aclarar que «hubieran sido expulsados, pero se adelantaron para no serlo. No están autorizados, y lo digo en nombre de Rubalcaba y en el mío».

A preguntas de los periodistas, Villarrubia eludió aclarar por qué, durante los días previos, ningún dirigente del PSOE había mostrado tan radical oposición al acuerdo con Ismael Álvarez para gobenar en Ponferrada. Si insistió de nuevo en que la Ejecutiva Autonómica de Castilla y León no había participado en la negociación. Después, pareció despreciar que Samuel Folgueral apenas llevara un año como militante del PSOE, y concluyó que se queda solo: «No respondemos de su gestión, no la avalamos y no la queremos». Además, Villarrubia reconoció que se estudiará exigir el acta a sus antiguos concejales, aunque eludía hablar de crisis interna en el PSOE de León, que ahora deberá designar otro vicesecretario provincial, en sustitución de Samuel Fogueral; y no quiere pensar que el alcalde de Ponferrada tenga razón, cuando dijo que alguien está utilizando la capital del Bierzo para dirimir las diferencias internas del PSOE. «No quiero pensarlo. No voy a hacer hipótesis de ese tipo».

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