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Destino Alemania

Mientras Merkel pide más mano de obra cualificada, Segovia ofrece un proyecto pionero que auna inmersión lingüística y orientación laboral en Bremen. Más de la mitad de los alumnos ya trabajan allí

Destino Alemania abc

ana blén hernández

No todos los empresarios comprenden que la Cámara de Comercio de Segovia organice un curso con el objetivo de dotar de herramientas básicas a los profesionales españoles para que puedan acceder al mercado laboral en Alemania. ¿Fuga de cerebros? El director de la institución cameral, Carlos Besteiro, tacha las críticas de demagogia y prefiere dar valor a la iniciativa que se gestó de forma pionera en Segovia 2011 para dar respuesta a una realidad sin empleo. Y los resultados hablan por sí mismos. Con el tercer programa concluido, uno en marcha en estos momentos y otro que comenzará en el mes de enero, han pasado por Destino Alemania 61 personas , de las que el 60% (37) están trabajando, 32 de ellas en Alemania. Veinte alumnos están ocupados en los puestos que buscaban por su formación y doce más en un «empleo puente». Del resto, nueve personas más continúan en el país germano enfocadas a perfeccionar el idioma, trece han regresado a España sin haber comenzado a trabajar pero con un nivel básico de alemán conseguido en apenas dos meses, y dos personas más se han ido a Suiza, país de habla teutona.

Pese al precio del curso, 2.183 euros, siempre hay una demanda que supera a la oferta y se hace un proceso de selección. Carlos Besteiro destaca que los alumnos son «personas comprometidas con su futuro que no quieren que se les regale nada y son conscientes de que hay que trabajar duro el idioma si quieren encontrar algo allí». Tiene claro que buscar el empleo desde Alemania siempre es más fácil que desde España , y por eso el curso se ha complementado con orientación laboral y exámenes oficiales gracias al acuerdo con la universidad FHWT. El programa incluye un mes de cien horas de clases intensivas del idioma en Segovia y otro mes en Bremen, donde están cubiertos dos meses de alojamiento, con asesoramiento personalizado para la búsqueda de empleo y apoyo en la tramitación del alta en las oficinas de trabajo. Besteiro asegura que para conseguir un contrato en Alemania es fundamental «mostrar interés por su idioma» y manejarse a un nivel mínimo. También recuerda que algunos alumnos se han servido de su inmersión en la lengua «de moda» para encontrar trabajo en España.

En cualquier caso, esta propuesta rompe con la tradición mayoritaria entre los españoles. «Estamos mal acostumbrados y queremos trabajar en nuestra calle», critica Besteiro, que elogia el perfil del alumnado de Destino Alemania porque son «todoterrenos y flexibles». A su juicio, es fundamental que aquellos que busquen salidas en el extranjero estén dispuestos a pasar por «empleos puente», trabajos temporales ajenos a su cualificación que sirven para que costeen el mantenimiento mientras mejoran su nivel de idioma y continúan haciendo entrevistas y ampliando sus relaciones. «Nosotros no los colgamos desde un helicóptero en su puesto de trabajo», matiza recordando que «la prisa, o necesidad, por encontrar trabajo» condiciona la experiencia. Reconoce que la mayoría tiene una capacidad adquisitiva de cierto nivel o un respaldo familiar, ya que el precio es un proceso de «selección natural».

Andreas Kunzmann es el profesor que acompaña en esta aventura «a gente muy diferente», porque, explica, no todos buscan lo mismo ni tienen la misma formación ni siquiera el mismo respaldo económico. Este alemán de Bremen no quiere engañar a nadie. «Cuesta muchísimo hacer la primera entrevista de trabajo, pero la segunda también, porque hay que hacer muchas para aprender», reflexiona, convencido de que su labor es ayudar a los alumnos a defenderse por sí mismos. «No queremos darles todo hecho, porque acabaríamos sacando los billetes del metro», aclara Andreas, que insiste en que «en el programa somos adultos y ellos tienen que decidir qué hacer con su vida y cuáles son sus aspiraciones». La demanda del mercado laboral alemán está dirigida principalmente a profesionales técnicos, algo que además permite una incorporación más sencilla porque no requiere un alto nivel de idioma. «Si quieres que tu primer trabajo sea de lo tuyo», continúa, «debes tener ese perfil o mucha suerte». «Dentro de un plazo razonable, un año máximo, todo el mundo puede encontrar trabajo», advierte Kunzmann, matizando que «depende de lo que quieras ganar y en qué estés dispuesto a trabajar» porque «Alemania no es un dorado en el que todos van en Mercedes, también hay mileuristas».

No es el caso de Javier de Paz. Este arquitecto técnico trabaja desde principios de año para Cobra, la filial de ACS que da sercicio junto con General Electric a la central eléctrica de Mittelsbüren. Autónomo en Segovia, decidió dar un vuelco a su carrera ante el complicado panorama nacional. Optó por Alemania, el destino más difícil por el idioma pero también, a su juicio, el más prometedor. «En un año he aprendido muchísimas cosas. No soy la misma persona que vine, he evolucionado y puedo ver puertas que antes no era consciente de que existían», resume el segoviano, que se sintió muy arropado -«éramos como una familia»- y sorprendido al conseguir su primer empleo en una obra: «Nunca lo hubiera imaginado». Para los que piensen en seguir sus pasos, les plantea un examen previo. Qué nivel de idioma se tiene, para desenvolverse en el país y encontrar un trabajo. ¿Se está preparado para superar la frustración e impotencia que supone no poder comunicarse en situaciones cotidianas? Partir de cero en otro país es muy difícil, no imposible, pero no tiene nada que ver con «Españoles por el mundo». ¿Hay la suficiente motivación? Aún así, De Paz recuerda que siempre se puede volver a casa. «A veces no somos plenamente conscientes de nuestras capacidades hasta que no estamos en situaciones adversas», anima.

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