Inaugurado el «Parque de la Paz» en Maspalomas

El pasado miércoles, día 25 de marzo, se inauguró el Parque de la Paz situado en el lateral izquierdo, marchando en dirección Sur, de la Avenida de Europa, (antigua GC-500), muy cerca del Parque de Atracciones sito en el Campo Internacional de Maspalomas.

Al acto asistió un buen grupo de personas, estando presidido por las primeras autoridades locales y miembros de la Comunidad y del Club Hindostánico de Gran Canaria Sur, con su presidente Rakesh Ahuja al frente. Por ineludibles e imprevistas razones familiares, el alcalde Marco Aurelio Pérez no pudo copresidir el acto, por lo que se le envió desde allí un doble mensaje de condolencia y de agradecimiento.

Este parque, explicó el Sr. Rakesh Ahuja, es el humilde gesto que la Comunidad Hindostánica y otros empresarios afincados en la zona, quieren ofrecer al pueblo canario y a los millones de turistas que nos visitan, para fomentar los valores cívicos, sociales, de lucha por la paz, de no violencia, tolerancia, solidaridad y convivencia pacífica, que en un día no muy lejano muchos aspiramos alcanzar con el apoyo de todas las personas de buena voluntad que realmente quieran practicar esos valores universales en las relaciones humanas cotidianas.

Este espacio urbano fue diseñado por el arquitecto Sergio González Jaraba, con las implicación muy activa de Parques y Jardines y de la empresa Canaragua Medioambiente. El ayuntamiento ha firmado un convenio con los promotores de este Parque de la Paz para permitir la colocación de 35 esculturas o paneles, aunque en este acto sólo se han inaugurado 14. Rakesh Ahuja hizo un llamamiento a los empresarios para que colaboren y poder rematar adecuadamente este gran proyecto, financiando nuevas esculturas de personajes relevantes en este peregrinar hacia la paz, como pudieran ser las de Nelson Mandela, Teresa de Calcuta y otras personas con gran simbolismo y biografías ejemplarizantes. En suma, afirma Rakesh Ahuja, “es un parque temático pro-activo-reflexivo que te motiva a pensar, debatir, aprender y, por eso me atrevo a llamarle, un museo de valores al aire libre”.

El Parque de la Paz está presidido por una escultura de Mahatma Gandhi y su celebérrima “marcha de la sal”, que fue uno de los acontecimientos más importantes que condujeron a la lograr la independencia de la India del Imperio Británico. Gandhi inició su camino de la "no violencia" y tras caminar 330 kilómetros a pie, llegó el 5 de abril de 1930 a la costa del Océano Índico. Avanzó dentro del agua y recogió en sus manos un poco de sal. Por este gesto aparentemente nimio, pero de un valor altamente simbólico, Gandhi alentó a sus compatriotas a violar el monopolio impuesto por el gobierno británico sobre la producción y distribución de sal. Se abría así, de par en par, la puerta a la independencia de India.

A lo largo de la marcha, Gandhi y sus seguidores popularizaron, a modo de himno para su lucha, el mantra Raghupati. Por eso, en este acto de inauguración, un grupo de mujeres entonó este canto en su propia lengua, siendo coreado por los allí presentes de la comunidad hindostánica.

Con este parque, además de gozar de un jardín botánico al aire libre y gratuito para canarios y turistas, con más de 60 especies de palmeras diferentes, identificadas cada una con su cartel explicativo, se pretende también que las autoridades educativas permitan visitas de los alumnos guiadas por docentes. Los estudiantes, al volver al colegio, harían una redacción sobre asuntos tales como la no violencia, la Paz en mundo, solidaridad, tolerancia o convivencia pacífica. Se podría introducir un premio literario para la mejor redacción de cada centro escolar que incentive a los estudiantes a escribir, e interiorizar al hacerlo, estos valores humanos fundamentales para una educación eficaz en la ciudadanía universal.

En este día, la Comunidad Hindostánica ha dado un primer paso importante y nos ha invitado a todos los demás, sin credos ni banderías religiosas o políticas, a seguir en esta senda, porque, como remata su intervención Rakesh Ahuja, “estoy convencido de que hay más valores que nos unen de los que nos separan, sólo necesitamos practicarlos”. Sólo queda añadir ahora y siempre, Amén.