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Desde mi escaño

El mencey ruin

No le importaría dejar tuerta a Canarias con tal de que el líder del Partido Popular se quedase ciego

Juan velarde

PAULINO Rivero quiere pasar a la historia de Canarias como el presidente más mesiánico que ha conocido esta tierra. A menos de medio año para que expire su mandato como máximo exponente político del Archipiélago, este caballero se está dedicando poco menos que a hacer el más evidente de los ridículos oponiéndose con todas sus fuerzas a las prospecciones petrolíferas. Es un martillo pilón tratando de convencer por las buenas o por las malas a los ciudadanos de que las Islas no precisan de explotar ese recurso, y como todos los argumentos se le han escapado por el sumidero, la última es ponerse a lo Mencey Añaterve y decir que el petróleo no se lo van a llevar pacíficamente de Canarias.

El pobre Paulino, visto desde la capital de España, está quedando como un completo pelele, un político de medio pelo que le niega a Canarias el bienestar que se merece y qué menos que poder disfrutar de un recurso natural que todo el mundo quisiera tener. Ya lo decía el director de ABC hace unos días, que este era el único caso donde encontrar oro (negro) suponía una desgracia en vez de resultar una alegría. Pero es que cuando quien preside el Gobierno regional lo hace bajo parámetros de ruindad política y de venganzas personales, todo es posible.

Afortunadamente, las bravatas del caudillo de El Sauzal no son ni tomadas en consideración por Repsol ni por el ministro José Manuel Soria, quien ha dicho claramente que el único objetivo de Rivero es el de llamar la atención, lograr gruesos titulares de prensa y seguir en boca de todos. En realidad, si algo va a echar de menos este desertor de la pizarra es no estar en boca de todo el mundo. Eso es lo que a él verdaderamente le apasiona: abrir telediarios, tener tres páginas de entrevista dominical en el diario de mayor tirada. Ahí es donde se crece (dentro de lo que cabe) su ego. Él quiere ser la noticia, aunque haya días en los que no le toque.

Y fruto de ese afán de notoriedad es el querer falsear la realidad y contradecirse a sí mismo con el tema de las prospecciones petrolíferas. Hace no mucho tiempo, en el propio plan energético de Canarias, CC apostaba por la exploración de las aguas canarias para comprobar si había o no petróleo. Pero fue romperse la alianza con el PP y empezar Rivero a dar palos de ciego en busca de cargarse el bien común de los canarios con tal de conseguir lo que él entiende que es un triunfo personal contra el ministro Soria. Es tan ruin Rivero que no le importaría dejar tuerta a Canarias con tal de que el líder del Partido Popular se quedase ciego.

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