Hazte premium Hazte premium

Desde mi escaño

Un héroe llamado Luis Febles

Mientras un humilde ciudadano y una veintena de voluntarios palían el hambre de decenas de miles de vecinos, otros se dedican a imitar a Artur Mas

Juan velarde

LO que no hacen ni el Gobierno canario, ni el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, ni otros consistorios de la isla lo hace una persona anónima, y justo es rendirle un homenaje a su esfuerzo personal y el de su cuenta corriente, -13.000 euros, aunque Luis Febles, que así se llama nuestro héroe, fundador de Sonrisas Canarias, le da más importancia al hecho de ayudar a los más necesitados que a tener un saldo aseado, si bien es cierto que, a más dinero, más posibilidades habría de ayudar a muchas más personas.

Este santacrucero del barrio de Valleseco ha dado de comer en el último año a más de 50.000 personas. Sí, 50.000 tinerfeños que han confiado más en una mano anónima, en alguien que hace esto por dedicación a los demás, sacrificando y exponiendo hasta su patrimonio personal, que en las instituciones políticas que están a lo que no están. Mucho cacarean en Coalición Canaria o en el PSOE que su gobierno es el gobierno de las personas, pero luego, a la hora de facilitar las correspondientes ayudas... que si quieres arroz Catalina. Ni un euro, y si lo hay es tal el papeleo que hay que cursar que al final ni merece la pena lanzarse a la aventura. Es mucho más rápido y eficaz que venga un alma de Dios como es Luis Febles y acabe proporcionando lo que la «burrocracia» niega a sus administrados.

Lo curioso del caso es que la solidaridad no debe ser muy bien vista por parte de los organismos públicos, porque a este señor no se le ha dado un solo euro de ayuda o de agradecimiento por hacer lo que tendrían que hacer ellos. Han sido más cercanos los empresarios, y podemos nombrar a las navieras Armas y Fred.Olsen, a Central Lechera Asturiana o a comercios de los municipios madrileños de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, que son los que han arrimado el hombro y apoyan la labor emprendida por Luis Febles. Más de un político tinerfeño debería ponerse rojo y morirse de la vergüenza, pero me da que no conocen ni lo uno ni lo otro.

Desde estas líneas, qué duda cabe, hay que agradecer que existan muchos Luis Febles por cada rincón de nuestras islas, personas que son capaces de dar lo suyo para ayudar a otros. Viendo estos gestos, aún es posible creer en que tarde o temprano puedan llegar a la esfera del poder políticos alma y sensibilidad, y no autómatas que sólo piensan en oponerse al bienestar de todos los ciudadanos. Y es que mientras un humilde ciudadano y una veintena de voluntarios palían el hambre de decenas de miles de vecinos, otros se dedican a imitar a Artur Mas y gastarse el dinero de todos en consultas antiprospecciones. Así nos va.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación