Un director de banco se compra una casa en Canarias con el dinero que estafó a un cliente

Comprar una vivienda en el pequeño paraíso de La Graciosa por alrededor de 120.000 euros podría ser un buen negocio. Y comprarla con el dinero de otro es una ganga . Así lo hizo el director de una sucursal bancaria: adquirió una casa en la isla canaria con parte de los cientos de miles de euros que había estafado a uno de sus clientes. El Tribunal Supremo (TS) acaba de ratificar la condena que la Audiencia Provincial de Palma le impuso el año pasado.

El director de la sucursal, ubicada en Manacor (Mallorca), estafó a su cliente un total de más de medio millón de euros, con 120.000 de los cuales compró la vivienda en La Graciosa. «Utilizó para ello fondos de la cuenta de este [la víctima] sin su conocimiento ni consentimiento», expone la reciente sentencia del TS, a que ha tenido acceso ABC. Unas cantidades que, además, debieron destinarse para la adquisición de activos financieros.

El condenado, que cumplirá por el delito de estafa una pena de cuatro años y medio (amén del reintegro de los 528.000 euros de que se apropió, una suma que tendrá que restituir el Banco Sabadell como responsable civil subsidiario), se las arregló para engañar a su cliente entre marzo de 2005 y mayo de 2007. El gestor bancario se aprovechó de la confianza que el estafado había depositado en él para invertir en su propio beneficio los 1,35 millones de euros que aquel había ingresado en su cuenta.

El modus operandi era el siguiente: el director se desplazaba cada mes al domicilio de la víctima, donde le entregaba extractos bancarios no oficiales y recababa su autorización para que las «inversiones» siguieran su aparente buena marcha. De esta manera llegó a apoderarse de, exactamente, 528.574 euros. La Audiencia Provincial lo condenó a cuatro años y medio de prisión, una pena que ahora ha confirmado la sala de lo Penal del Supremo.

Con respecto a la casa de La Graciosa, el condenado no solo la compró sin autorización, sino que incluso la inscribió a su nombre y suscribió después una hipoteca, una operación «absolutamente fraudulenta». El TS ha rechazado los recursos de casación que presentaron tanto el director de la sucursal como el Banco Sabadell, para el que aquel trabajaba.