Hazte premium Hazte premium

sociedad

El empeño del nacionalismo catalán por controlar el Ebro reabre las tensiones con Aragón

Los regantes aragoneses, contra la aspiración catalana de detraer caudales para el Delta

El empeño del nacionalismo catalán por controlar el Ebro reabre las tensiones con Aragón inés baucells

roberto pérez

El Ebro vuelve a ser motivo de disputa entre Cataluña y Aragón, ante las aspiraciones de la Generalitat y, en sintonía con ella, también de la catalana Plataforma por la Defensa del Ebro, que pide elevar sustancialmente el caudal ecológico para la desembocadura del río en el mar.

Esta coordinadora ha recogido sus exigencias las han recogido en unas alegaciones que han presentado respaldadas por 5.000 firmas, para que sean tenidas en cuenta en la redacción definitiva del nuevo Plan Hidrológico del Ebro. Por su parte, la Generalitat también ha reclamado un fuerte aumento de los caudales ecológicos para el Delta: de los 3.009 hectómetros cúbicos anuales que contempla el actual plan de cuenca, a los entre 5.871 y 9.907 hectómetros cúbicos anuales -como mínimo 5.871 en años secos, 7.732 en años hidrológicamente normales, y 9.907 hectómetros cúbicos en años húmedos-.

Los regantes aragoneses ya han alzado su voz en contra de esas aspiraciones catalanas, y ahora queda por ver qué posición adopta el nuevo Gobierno aragonés del PSOE, soportado por la alianza parlamentaria trabada por los socialistas con Podemos, la Chunta e IU.

Desde hace años, Cataluña lleva intentando no solo aumentar el caudal para el tramo final de este gran río sino hacerlo de forma bilateral entre la Generalitat y el Gobierno central, lo que supondría un cambio sustancial respecto al actual modelo.

La gestión hidrológica del Ebro es competencia estatal, depende del Ministerio de Medio Ambiente –con la Confederación Hidrográfica correspondiente–, y las decisiones se cuentan con la participación colegiada de todas las regiones a las que abarca esta cuenca hidrológica.

Hipoteca hídrica

Aragón se ha opuesto sistemáticamente a estas aspiraciones catalanas , por entender que supondrían romper el principio de unidad de cuenca hidrológica y darían un poder extra a una región sobre todas las demás. Respecto al caso concreto del caudal ecológico del Delta, la posición política mantenida hasta ahora por Aragón -en sintonía con la opinión de los regantes- es que no se puede elevar, porque hipotecaría las necesidades hídricas de esta región al tener que dejar pasar caudales para nutrir de forma extra a las tierras de la desembocadura , en suelo catalán.

A falta de una reacción oficial desde Aragón, de momento el sindicato agrario Asaja ya ha sido contundente al reclamar al Estado que haga valer en todo momento el principio de unidad de cuenca sobre el Ebro. Desde Aragón, Asaja se muestra también en contra de las pretensiones de Cataluña de disparar los actuales caudales ecológicos reconocidos para el Delta.

Asaja recuerda que la cuenca del Ebro abarca a nueve comunidades autónomas , que se ha de velar por las necesidades hídricas de todos sus territorios, y que todos ellos deben tener el mismo peso a la hora de discutir y acordar medidas sobre la gestión de los recursos hídricos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación