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inundaciones

Se dispara la alerta en Zaragoza tras superar el Ebro los 5,5 metros de altura

En Torres de Berrellén luchan desesperadamente para tratar de contener la inundación, que amenaza gravemente al casco urbano

Se dispara la alerta en Zaragoza tras superar el Ebro los 5,5 metros de altura f. s.

roberto pérez

Los fallos en las predicciones de caudales están extendiendo el caos en los municipios aragoneses ribereños del Ebro, con Zaragoza capital incluida. En ella, el Ayuntamiento ha disparado el nivel de alerta y ha movilizado al máximo su plan de emergencia por riadas, al observar que la avalancha de agua ha aumentado aceleradamente.

Las predicciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) apuntaban el viernes que la punta de la crecida iba a llegar a Zaragoza este domingo; ayer se pospuso al lunes; en la madrugada de este domingo seguía manteniéndose esa previsión; y, sin embargo, al final los niveles del río se han desbocado a mediodía.

A la una de la tarde de este domingo el Ebro ya superaba los 5,5 metros de altura a su paso por Zaragoza capital, con más de 2.200 metros cúbicos por segundo, y en aumento. Todo apunta a que se situará finalmente en torno a los niveles de la gran riada de 2003 e incluso no se descarta que se vean superados. De ocurrir esto último, se convertiría en la mayor crecida del Ebro que vive Zaragoza en casi 40 años.

En muchos pueblos de la ribera del Ebro siguen luchando para hacer frente a la inundación. En Zaragoza capital, su barrio rural de Alfocea ha quedado incomunicado; en otro barrio rural, el de Monzalbarba, el nivel de las aguas está ya como en 2003 y aún está por llegar lo peor de esta crecida; en la localidad de Sobradiel se trabaja aceleradamente para tratar de reforzar las motas, que aguantan con apuros las embestidas de la tromba de agua; y en Torres de Berrellén se teme seriamente por la inundación del casco urbano.

Fuentes del Ayuntamiento de Torres de Berrellén han indicado que «la situación es caótica, se está trabajando de forma desesperada para reforzar las protecciones frente al Ebro, pero el caudal está subiendo muy deprisa, el agua está a las puertas del pueblo, se ha producido la rotura parcial de una de las motas que protegen a la localidad y está filtrándose agua por ella». En este municipio los vecinos se afanan en levantar muros de ladrillo en las puertas de casas y bajos para frenar la entrada del agua a sus casas.

Mientras tanto, numerosas carreteras siguen cortadas. Una de ellas, la única que da acceso a la localidad de Boquiñeni. Este sábado se decidió romper un tramo de esta carretera para desaguar agua e intentar proteger al casco urbano. El pueblo fue evacuado, ahora ya pueden regresar los vecinos, pero no podrán pasar hasta que se habilite un puente con el que dar paso por esa carretera.

También se ha permitido la vuelta a sus casas de los vecinos de Pradilla de Ebro, localidad que también fue evacuada.

Mientras tanto, conforme avanza la riada por las tierras del Ebro se dispara el riesgo de nuevas evacuaciones. De hecho, en las últimas jornadas han sido desalojadas diversas zonas residenciales especialmente vulnerables en el entorno de Zaragoza. Y preocupa especialmente la situación en Pina de Ebro, que teme por sus defensas en las márgenes del río.

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