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MEDIO AMBIENTE

El mayor foco tóxico de Europa, a los pies del Pirineo aragonés

El Gobierno regional trabaja contrarreloj para evitar la propagación de partículas tóxicas acumuladas durante décadas por vertidos químicos ilegales en Sabiñánigo

R. P.

Cada vez que llueve, las autoridades aragonesas cruzan los dedos para que no se produzca una nueva ola de contaminación tóxica de las aguas del río Gállego, uno de los principales afluentes del Ebro en su margen izquierda. Y es que, cada vez que llueve, se dispara el riesgo de que las toneladas de sustancias tóxicas que se acumularon durante décadas en Sabiñánigo (Huesca), por vertidos químicos ilegales, acaben diluyéndose, filtrándose por el terreno y contaminando más aún el ya ese castigado río del que dependen embalses, regadíos y abastecimientos de agua potable de decenas de municipios.

La sustancia tóxica que trae de cabeza a las autoridades aragonesas es el lindano, producido durante décadas como potente insecticida y prohibido desde hace tiempo en Europa por su peligrosidad tanto para el medio ambiente como para la salud. La antigua empresa Inquinosa tenía fábrica en Sabiñánigo. Allí produjo lindano en grandes cantidades, desde 1974 hasta 1989. Y, a la par, realizó masivos vertidos ilegales que contaminaron amplias superficies de terrenos, además de dejar abundante material contaminado en la fábrica cuando la abandonó, hace veinte años.

El problema se viene expresando con toda su crudeza desde el pasado verano. En los últimos meses, un buen número de municipios tuvieron que cerrar sus grifos porque el agua que les llegaba tenía altas concentraciones de lindano. Se ha tenido que cerrar el suministro desde el pantano de La Sotonera, por el mismo motivo. Más de 40.000 personas de una larga lista de localidades se abastecen de ese embalse y, desde esta semana, tienen que recibir el agua por otros conductos alternativos.

El Gobierno aragonés ha emprendido obras de emergencia para tratar de contener las filtraciones de agua desde los terrenos que concentran la contaminación por lindano en Sabiñánigo. Incluso se ha detectado esta sustancia en ibones del Pirineo, supuestamente por propagación atmosférica.

Comité científico especial

Hace años que comenzaron las obras para retirada de tierras contaminadas y construcción de redes para sanear la zona directamente afectada. Se llevan invertidos más de 40 millones de euros, pero harán falta muy posiblemente unos 150 más. El Gobierno aragonés y el Ministerio de Medio Ambiente negocian un convenio para costear las obras más urgentes a medio plazo, y el Ejecutivo autónomo ha pedido ayuda a los científicos del CSIC, del Instituto Geológico y Minero de España, de la Universidad de Zaragoza y del Colegio de Geólogos –va a crear un «comité científico permanente» para saber mejor cómo luchar contra el foco de lindano–.

El consejero aragonés de Medio Ambiente, Modesto Lobón, no tiene duda al afirmar que «es el problema medioambiental más grave de Europa», de unas características y dimensión «sin precedentes».

El comité científico, formado por «seis u ocho personas», tendrá como objetivo «arrojar luz» sobre cómo afrontar la descontaminación y, mientras tanto, cómo contener la propagación de las sustancias tóxicas.

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