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POLÍTICA

El independentismo catalán pone en riesgo 10.000 millones de euros de la UE

La secesión obligaría a replantear las inversiones previstas para los pasos transfronterizos por Cataluña, mientras Aragón insiste en que se debe dar prioridad a cruzar el Pirineo

El independentismo catalán pone en riesgo 10.000 millones de euros de la UE EFE

ROBERTO PÉREZ

El independentismo catalán pone en riesgo los alrededor de 10.000 millones de euros que la UE prevé aportar a España para cofinanciar la mejora de sus comunicaciones transfronterizas a través de Cataluña. Una hipotética secesión no solo dejaría a Cataluña fuera de la UE, sino que obligaría a replantear con rapidez la lista de inversiones que Bruselas tiene aprobadas en materia de infraestructuras de aquí al año 2030.

Entre ellas aparece el llamado Corredor Mediterráneo, la modernización y ampliación operativa del eje ferroviario desde Algeciras a Perpiñán a través de Barcelona. No afecta solo a Cataluña, sino que también beneficia a la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Valencia y Murcia han presionado activamente durante años para que el Corredor Mediterráneo fuera incluido, como así ha sido, en la red prioritaria de transportes de la UE.

Esto supuso descabalgar al Corredor Central, por el que apuesta Aragón junto a Madrid, Extremadura y Castilla y León, y que también es visto con buenos ojos por Portugal. El Corredor Central, también conocido por lo que sería su paso transfronterizo, la Travesía Central del Pirineo, se vio relegado cuando el Gobierno de Zapatero redefinió con la UE la lista de proyectos prioritarios en los que invertir.

Hace menos de un año, el Parlamento Europeo bendijo esa lista en la que aparecen como prioridades el Corredor Mediterráneo y también se apuesta por el Corredor Atlántico, cuyo paso transfronterizo está en el País Vasco. Lo más que consiguió España es que el Parlamento Europeo aprobara una enmienda para mantener vivo, aunque aletargado, el proyecto de la Travesía Central del Pirineo: en el mejor de los casos, la UE prevé que no sea hasta el año 2032 cuando se pueda volver a considerar como actuación europea prioritaria, y no estaría hecho hasta el año 2050.

Los riesgos del pulso independentista

El Corredor Mediterráneo se ha proyectado con una longitud total de 1.300 kilómetros. Y la llave de este paso está en Cataluña. La inversión necesaria se ha calculado en 51.300 millones de euros, y la UE se ha comprometido a cofinanciar entre el 10 y el 20% de ese coste, lo que podría suponer una aportación que podría llegar a rondar los 10.000 millones de euros para que ese corredor esté listo en el año 2030.

Pero, ¿qué ocurre ante el órdago secesionista en Cataluña? De momento, la UE no se lo ha planteado a los efectos de sus inversiones previstas para el Corredor Mediterráneo. Pero pocos dudan de que el pulso independentista puede llegar a tumbar esa multimillonaria inversión europea en esta infraestructura.

Con una Cataluña independiente fuera de la UE, sería impensable que llegaran esos fondos. E incluso con el órdago secesionista al galope, también se podría entorpecer seriamente esa inyección financiera de Europa.

Artur Mas mete prisas a la UE

Quizás pensando en eso, Artur Mas ha exigido que Cataluña esté en primer lugar en el calendario de las obras del Corredor Mediterráneo, que se aceleren las inversiones en el tramo catalán de ese eje ferroviario. Su aspiración es que esté hecho en el año 2020, aunque eso suponga dejar para después las obras en el resto de tramos por Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Mas, mientras acelera su deriva independentista, no ha tenido reparo alguno en reclamar al Gobierno español un «esfuerzo redoblado» para acelerar las obras del Corredor Mediterráneo en su tramo catalán.

Y es que el asunto acaba afectado, directamente, a buena parte de España. Y es que el Corredor Mediterráneo es esperado también por Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana. La alternativa pasaría por dar prioridad a la Travesía Central del Pirineo, a la que todos esos territorios podrían quedar conectados.

El PP, en público, no habla del asunto en estos términos. En privado, la cuestión es distinta. El Gobierno aragonés que preside Luisa Fernanda Rudi dice que, hoy por hoy, serían perfectamente compatibles el Corredor Mediterráneo y la Travesía Central del Pirineo. Huyen de plantearlo como una confrontación. En privado, sin embargo, reconocen que estratégicamente España debe plantearse en firme que debe apostar por un paso alternativo por el Pirineo, ajeno a la tensión del independentismo.

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