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sociedad

La chapuza más rentable: 70.000 euros en entradas para ver el Eccehomo de Borja

En año y medio, 90.000 personas han acudido a ver el esperpento pictórico en que acabó un intento de restauración de una octogenaria aficionada a la pintura

La chapuza más rentable: 70.000 euros en entradas para ver el Eccehomo de Borja fabián simón

roberto pérez

El Eccehomo de Borja, la «restauración» perpetrada por una octogenaria de esta localidad zaragozana, Cecilia Giménez, ha pasado a la lista de chapuzas mundiales de alta rentabilidad. En agosto de 2012, el fiasco restaurador de esta aficionada a la pintura se convertía en una noticia que recorría el mundo y disparaba el turismo, con miles de curiosos dispuestos a ver in situ la estampa que había quedado en los muros del borjano Santuario de Misericordia.

Tal fue la avalancha, que la mofa inicial tornó en rendimientos por la imagen, se decidió cobrar un simbólico peaje a quienes cruzaran la puerta de la ermita para ver el famoso Eccehomo de Cecilia, y ya se han recaudado 70.000 euros que han permitido crear dos puestos de trabajo y financiar proyectos de interés social en el municipio.

La pintura original era obra del artista aragonés Elías García Martínez. Allí estaba, en un muro. Una pintura al fresco de bella factura que, a efectos del gran público, no pasaba de ser una más en una ermita cualquiera.

Eso, hasta que Cecilia Giménez se embarcó en una tarea cargada de buenas intenciones pero de resultado malogrado. Se puso manos a la obra con la firme voluntad de poner al día una vieja pintura que estaba muy deteriorada. El resultado fue un fiasco monumental. Chapuza sonada. El chasco acabó en fotografías y en vídeos reproducidos en decenas de cadenas de televisión y periódicos de todo el mundo. Y empezó el aluvión de visitantes, dispuestos a ver y a hacerse fotos ante el famoso esperpento pictórico.

La mofa inicial ha acabado en un fenómeno turístico desconocido hasta la fecha en Aragón. Y en España. Nunca algo tan pequeño generó de forma tan rápida tal vorágine turística.

Casi dos años después de que el asunto saltara a la actualidad -se cumplirán el próximo agosto-, el fenómeno turístico del Eccehomo de Borja sigue siendo excepcional. «Ya no se dan las avalanchas de las primeras semanas y meses, pero sigue habiendo muchísimas personas que acuden expresamente a Borja atraídos por el Eccehomo del Santuario de Misericordia», explica a ABC el alcalde de la localidad, Francisco Miguel Arilla. «Raro es el mes que haya menos de 700 u 800 visitantes», indica.

Aluvión de visitantes

El aluvión de turistas se produjo en las primeras semanas tras saltar la noticia, entre agosto y septiembre de 2012. En esas fechas, en apenas un mes, unas 30.000 personas acudieron a ver el famoso Eccehomo. Hasta agosto del año pasado la cifra ya se elevaba a 70.000. Y, hasta el día de hoy, el número de visitantes ronda ya los 90.000, según ha indicado el alcalde de Borja.

Ante la avalancha de visitantes que se produjo en cuestión de semanas al trascender la noticia, la fundación a la que está vinculada el santuario decidió establecer una especie de entrada de pago a los turistas. Era una forma de sacar una rentabilidad social al fenómeno mediático, de traducir la mera mofa y el chascarrillo en una fuente de ingresos que redundara en beneficio de colectivos necesitados, porque de la fundación del santuario dependen obras benéficas, entre ellas una residencia de ancianos. El caso es que al principio se marcó como algo voluntario, se puso a la entrada del santuario una urna para que quien acudiera dejara su donativo, a voluntad. Pero la mayoría no se rascaba el bolsillo. Así que, visto lo visto, se optó por establecer un donativo reglado: un euro por turista de forma general -aunque hay colectivos que entran gratis, como los niños y ciertas visitas organizadas que se preparan en condiciones especiales-.

Euro a euro

El importe es simbólico, pero dada la tremenda afluencia de turistas que se ha producido hasta ahora ha redundado en una cantidad nada despreciable para una localidad como Borja y, en particular, para una modesta fundación benéfica como la que está ligada al Santuario de Misericordia.

Según ha explicado el alcalde, hasta la fecha se han recaudado gracias al Eccehomo unos 70.000 euros. Con esa cantidad se han podido llevar a cabo mejoras en la residencia de ancianos que gestiona la fundación, por ejemplo. Y se han creado dos puestos de trabajo en la localidad, dos personas contratadas para estar al cuidado del santuario que alberga la fallida -y famosa- restauración fallida de Cecilia Giménez.

Tras las controversias iniciales, al final la pintura quedó tal cual la dejó esta vecina. Se habló de eliminar su «obra» para recuperar la original, la del artista Elías García Martínez. Pero al final se descartó tal posibilidad. Algunos argumentaron problemas técnicos para llevar a cabo la auténtica restauración de la obra original. Otros apuntaron que era mejor dejarla tal cual había quedado tras las pinceladas de Cecilia, convencidos de que es tal cual está como más visitantes atrae. Y eso, a fin de cuentas, no es malo para Borja.

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