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CULTURA

El castillo templario que guardó la espada de El Cid

La fortaleza, situada en Monzón (Huesca), aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

El castillo templario que guardó la espada de El Cid abc

R. P.

El castillo de Monzón (Huesca) atesora una historia plagada de curiosidades. Fue fortaleza templaria, en ella se custodió durante años la «Tizona», la famosa espada de El Cid Campeador, quien casó a su hija Cristina con uno de los señores de Monzón, Ramiro Sánchez, cuyo hijo sería el rey de Navarra García Ramírez... Son algunos de los episodios de una fortaleza que, en nuestros días, sigue dando fe de su esplendor originario, una mole concebida para resistir envites en la Edad Media y desde la que, durante siglos, se dominó una estratégica y significativa parte del Reino y de la Corona de Aragón.

Ahora, el castillo de Monzón, de origen musulmán, llama a las puertas de la Unesco. Cuando menos eso pretende el Ayuntamiento de esta localidad altoaragonesa, que ha pedido al Gobierno aragonés que promueva la candidatura del casco antiguo de Monzón para ser presentada ante la Unesco. El Ayuntamiento quiere que este núcleo urbano de origen medieval sea declarado Patrimonio de la Humanidad, pero para ello se requiere pasar varios filtros previos antes de llegar a la Unesco: primero, el del Gobierno aragonés; después, el del Gobierno central.

Al patrimonio arquitectónico medieval que atesora esta localidad se une la rica historia que le acompaña. Por ejemplo, su catedral de Santa María del Romeral, de origen románico, fue sede de una quincena de sesiones de las Cortes de la Corona de Aragón entre los años 1220 y 1626.

En este mismo castillo templario fue educado en su infancia el rey aragonés Jaime I. Fue instruido, entre los años 1214 y 1217, por el maestre de la Orden del Temple Guillém de Montrodón.

Los templarios dominaron las tierras de esta parte del Reino de Aragón desde el año 1143 hasta la orden de disolución de la Orden, en 1309. Llegaron a peseer 28 iglesias, repartidas por una extensa área geográfica que incluía un amplio número de poblaciones. Diversos historiadores consideran probado que la espada de El Cid Campeador, la legendaria Tizona, fue custodiada por los templarios en el castillo de Monzón durante años.

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