Diez restaurantes para turistas que visitan Alicante
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Diez restaurantes para turistas que visitan Alicante

El excepcional clima y la cultura mediterránea invitan a conocer la exquisita gastronomía de la tierra

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El excepcional clima y la cultura mediterránea invitan a conocer la exquisita gastronomía de la tierra

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  1. Racó del Pla

    Restaurante familiar desde 1981 en el tradicional barrio Pla-Carolinas de Alicante. Combinan recetas de ayer y de hoy siempre dentro de la cocina mediterránea. En su carta predominan los arroces y pescados del Mediterráneo, además de platos caseros como las fabes con almejas y la olleta alicantina. Entre los arroces, el favorito de los clientes es el arroz con pata de ternera. En el centro de la ciudad también se puede degustar su cocina de una forma más informal y con la misma calidad, con un pequeño giro hacia el tapeo, en la Taverna Racó del Pla.

    Es una versión del restaurante más innovadora con ingredientes de mercado en todo su esplendor. Para los amantes del vino, organizan de vez en cuando cenas maridaje con vinos de las mejores bodegas, acompañados de exquisitos menús y con la presencia de un sumiller.

  2. Restaurante To-Bar

    Esta singular casa de comidas alicantina comenzó su aventura en la cultura gastronómica de la provincia en la pedanía de Villafranqueza, y debido al éxito cuenta con un nuevo local en el centro de la ciudad, en las inmediaciones del Mercado Central. Se trata de un acogedor lugar en el que ofrecen todo tipo de platos y tapas propios de la localidad.

    Cada día, de lunes a sábado, elaboran un delicioso menú cerrado con el que degustar sus especialidades, entre las que destacan sus platos de adobo, tanto de pollo como de boquerones o mero. Aquí se puede disfrutar de platos mediterráneos tradicionales y variados, desde pinchos y canapés fríos y calientes, ensaladillas, croquetas, revueltos, tapas y demás entrantes, hasta elaborados y contundentes platos principales como fideuá o arroz de marisco. Sus postres, siempre caseros y artesanos, no pueden faltar para poner el broche final a un sabroso manjar con una excelente relación calidad-precio.

  3. Restaurante Brasería Dos Palmeras

    Escondida en el pequeño pueblo de San Isidro se encuentra esta brasería-restaurante familiar. Abierto desde 1994, la segunda generación de la familia conserva las recetas tradicionales de la abuela e innova con los conocimientos adquiridos por Karmen Rodríguez en las mejores cocinas del país. Entre semana se puede degustar un menú del día casero por un precio muy asequible. Debido a la corta distancia que lo separa de Torrevieja (a tan solo media hora en coche), los fines de semana el restaurante está siempre abarrotado, famoso por sus carnes a la brasa y por el producto fresco de su cocina, destacando su famoso caldo con pelotas.

    No hay secretos en el Dos Palmeras. Desde el comedor se puede ver a los cocineros con las manos en la masa, todo un reclamo para curiosos y una garantía para desconfiados. Algunos de estos fines de semana se puede acompañar el banquete de música en directo con conciertos de rock «light» en su confortable terraza junto a un Gin Tonic «premium».

  4. Resto-Bar Gema Penalva

    Este resto-bar tiene tan solo tres años de vida y ya se ha hecho un hueco como uno de los referentes de la gastronomía local para muchos alicantinos. El comensal puede elegir la experiencia informal de la barra de un bar o de la más pausada degustación gastronómica a la que invita un restaurante.

    Aprovechan la amplia y variada oferta de productos de la tierra para elaborar sus platos de autor pero siempre con respeto hacia los sabores tradicionales. Combinan uno de los productos más prestigiosos de la Marina Baixa, el níspero de Callosa d'en Sarrià, con dátiles y queso de cabra para combatir el calor. Otro plato refrescante y fuera de carta es la sopa fría de melón y alficoz con quinoa. Reinterpretan la coca de mollita , famosa empanada local, con vieiaras e ibérico, y ofrecen otra cocas como la del pastor, de bacalao gratinado con all i oli. Otra forma de tomar la «coca amb Tonyina» (típica durante las fiestas de las Hogueras de San Juan) en Gema Panalva es en forma de yogur. Todo ello, en un ambiente cálido en el que refrescarse y dejarse deleitar.

  5. El Veintiséis

    Tras una visita a los casi tres kilómetros de arena fina y blanca de la famosa playa de Arenales del Sol y sus ilustres dunas, El Veintiséis es un restaurante de parada obligatoria. A escasos 50 metros del mar, su cercanía a la playa hace que la terraza llena de comensales con ropa playera lo aproxime al concepto de chiringuito, aunque nada más lejos de la realidad. El arroz meloso, sabroso y con marisco es uno de los platos más buscados por los turistas y es precisamente el arroz con bogavante la especialidad de este rincón. El arroz a banda, el arroz negro y la fideuá también son platos muy reclamados diariamente.

    Debido a su popularidad, es conveniente reservar con antelación. Además, es un lugar en el que precio y comida empatizan perfectamente. Tapas y platos típicos y caseros son los reyes de este restaurante de tonos azulados a pie de playa. Una sabia elección para parar a comer, a un precio más que competitivo, en una de las playas más encantadoras y familiares de la provincia.

  6. El Forjador

    Acogedor restaurante de cocina local y mediterránea abierto desde 1977. Sus menús son variados, con platos típicos ilicitanos rodeados de un aire rústico y vigas vistas. Las frutas y verduras, básicas en su cocina, proceden de la tradicional huerta ilicitana. Para los que quieren una comida más clásica y completa, el menú es la mejor opción en relación calidad-precio. El arroz con costra es el plato estrella del medió día, típico y originario de la ciudad.

    También destacan unos entrantes muy elaborados y las tapas, por lo que la barra de piedra que caracteriza al local también se llena. Dos formas de entender un mismo espacio, que con sus matices y cambios persiguen un mismo patrón: una buena comida a base de recetas de toda la vida preparadas con experiencia y maestría.

  7. Restaurante Santi

    Este restaurante ofrece unas vistas privilegiadas al agradable paisaje portuario. Ubicado en la Marina Deportiva del Puerto de Alicante, es un referente de la gastronomía de la ciudad por sus productos: pescados, mariscos, arroces y carnes. El plato principal es de nuevo el arroz. Son muchas las variedades con las que dejan deleitar el paladar -a banda, negro, a la marinera, de bogavante- pero lo que le caracteriza es el «arroz Santi» con atún, alcachofa y garbanzos.

    Los pescados frescos de la Bahía de Alicante se pueden elegir desde la vitrina del propio restaurante. Un plato curioso es la tortilla a base de erizo de mar, que sorprende por su textura y composición. Como ciudad principal productora de turrón, el helado y las tartas de esta delicia no podían faltar para coronar una agradable comida en el mar.

  8. Casa Filo

    Este restaurante familiar se remonta a los años 50, cuando nació y se estableció para dar de comer a las personas que trabajaban por la zona. Por él no ha pasado el tiempo a causa de más de una razón. Una de ellas es la sensación de estar en medio del campo. Cuenta con el privilegio del entorno natural que le rodea: palmeras, pinos y plantas en la Albufera. La otra, la comida de toda la vida. Su máximo exponente, imprescindible en cualquier visita, es cualquier arroz hecho en la leña, como el arroz en costra, servido en la mítica cazuela de barro.

    Sin demasiadas florituras, lo que llama la atención sobre sus manteles de papel es la completa carta compuesta de entrantes, carnes, pescados y especialidades como fideuá, gazpachos y paellas, todo ello cocinado como en casa. Así es como hace sentir el restaurante a las familias que descubren el lugar o bien a las que repiten año tras año. Un sitio sencillo y campechano donde degustar auténticos sabores de la gastronomía alicantina.

  9. Azul Playa

    En el paseo de la playa de San Juan, a escasos metros de la fina arena que lo separa del mar, se encuentra este restaurante que ofrece los mejores productos del Mediterráneo para el disfrute del paladar en un amplio local climatizado o en su terraza con privilegiadas vistas. Se trata de un enclave en primera línea de playa en el que se ofrecen todo tipo de mariscos y pescados, carne y una amplia variedad de aperitivos para acompañar.

    Pescadito frito, mejillones al vapor, ensaladilla rusa, bravas, croquetas y un sinfín de productos de mar pueden ser una buena opción para comenzar una deliciosa comida en mitad de un día de playa. De segundo, el pescado del día, alguna de sus carnes o su especialidad, el arroz, acompañado con productos del mar y de la tierra: arroz con conejo, con magro y verduras o de merluza y almejas, con bogavante o el más que recomendable arroz a banda. Todo un festival de comida característica la costa alicantina y a pie de playa.

  10. La Gambita Alicantina

    El barrio del Pla conserva el ambiente alicantino como pocos y cuenta con una casi infinita cantidad de bares a los que acude su clientela de toda la vida. Entre ellos se encuentra esta cervecería que conserva el ambiente tradicional y familiar entre los vecinos. Arroces, tapas, mariscos, montaditos y postres caseros son parte de su oferta.

    En su barra de pie o sentados en el comedor, se puede disfrutar de unas gambitas rebozadas, unas tellinas o un cazón en adobo, todo ello acompañado de unas cañas bien frías y baratas que resultan difícil de encontrar. Montaditos de foie, sobrasada, carnes, unas patatas con piel o unos pimientos de padrón pueden ser la continuación perfecta para acabar probando un delicioso arroz meloso con cocotxas y bacalao. Todo ello sin salir de un característico rincón de la ciudad de Alicante.

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