religión
La Romería a la Santa Faz, en diez preguntas con respuesta
La tradicional Peregrina, con más de cinco siglos de antigüedad, moviliza cada año a cientos de miles de fieles
1. ¿Qué es la Santa Faz? La Santa Faz o el Santo Rostro es la denominación que la tradición cristiana da a la reliquia identificada con el paño de la Verónica, con el que ésta limpió el sudor del rostro de Cristo camino de la cruz, y en el que milagrosamente quedó impresa la imagen de Jesús.
2. ¿Por qué hay más de una? La tradición cristiana explica que el paño estaba doblado varias veces sobre sí mismo, por lo que cada doblez conservó una de las impresiones del rostro de Cristo. En la catedral de Jaén se conserva una reliquia «hermana» de la Santa Faz alicantina desde el siglo XVI, que se conoce como Santo Rostro.
3. ¿Cuándo aparece la Santa Faz? Los fragmentos del paño de la Verónica son una de las reliquias más famosas del cristianismo. El primer registro escrito en el que consta una alusión a la Santa Faz data de 1137. Aunque los historiadores consideran que varias alusiones a Verónica y a un paño milagroso anteriores a esta fecha también se refieren a la Santa Faz, lo cierto es que la reliquia adquirió notoriedad en el siglo XI, cuando el Papa Inocencio III la sacó en procesión y ofreció indulgencias a quienes rezaran ante el paño.
4. ¿Por qué está en Alicante? El paño que se conserva en Alicante llegó a la ciudad en el siglo XV, cuando un cura de San Juan de Alicante, mosén Pedro Mena, viajó a Roma y recibió como obsequio un lienzo con la faz de Cristo al que se atribuía la salvación de Venecia de la peste. La tradición cuenta que el sacerdote guardó el paño al fondo de un arcón para el viaje, pero que siempre que abría el mueble, la Santa Faz volvía a estar encima. Un hecho que lo convenció de su carácter milagroso.
5. ¿Cuándo empezaron a venerarla los alicantinos? La Santa Faz tiene atribuidos varios milagros. El primero, en 1489, cuando Pedro Mena decidió sacar en rogativa el lienzo ante la falta de lluvia en la zona. En un momento de la procesión, el portador vio cómo una lágrima brotaba del lienzo, lo que se consideró como el primer milagro relacionado con la reliquia.
6. ¿Cuándo se construyó el templo que la guarda? El Monasterio de la Santa Faz se levantó en el mismo punto donde sucedió el milagro de la lágrima, durante la segunda mitad del siglo XVI. El primer templo perteneció, según los historiadores, a la Orden de los Jerónimos. Más tarde la Iglesia aprobó la refundación del Monasterio bajo la Orden de Santa Clara, que envió a varias clarisas desde Gandía. Actualmente, la Orden sigue manteniendo el templo.
7. ¿Por qué una Romería? Al trascender el milagro que puso fin a la sequía en el siglo XV, fueron muchos los fieles de todas partes de España que comenzaron a peregrinar al Monasterio. Con el paso del tiempo, hacia 1.636, se redactaron unos estatutos para preservar el lienzo y fijar las condiciones en las que podía ser expuesto. Así, el segundo jueves de Pascua -es decir, dos semanas después del Jueves Santo-, la exposición del lienzo y la misa celebrada en la plaza motivaron el nacimiento de la tradición de la Romería, conocida también como La Peregrina.
8. ¿Cuánta gente participa? Se calcula que cada año son más de 250.000 las personas que participan en la Romería el segundo jueves de Pascua. No obstante, a lo largo de los días siguientes y durante todo el año el Monasterio recibe miles de visitas de los fieles.
9. ¿Por qué está pintado el rostro de Cristo en el lienzo? Originalmente, el lienzo mostraba restos de sangre que dibujaban el rostro de un varón. Con el paso del tiempo y el deterioro del lienzo, que entonces no estaba tan protegido como en la actualidad, se decidió remarcar dichos restos con pintura roja.
10. ¿Por qué la Romería de este año es especial? El Papa Emérito Benedicto XVI declaró a la Romería de Santa Faz «Año Jubilar» pocos días antes de presentar su renuncia. De esta forma, cualquier peregrino que realice la Romería entre este año y 2019 obtendrá indulgencia plenaria. El primer Papa que concedió gracias espirituales a los fieles que visitaran el Templo fue Inocencio VIII, en 1490 (un año después del milagro de la lágrima).
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