El entonces presidente del Gobierno, el socialista Rodríguez Zapatero, anunció este contrato en octubre de 2011, un mes antes de las elecciones generales que lo apartaron del Gobierno y le dieron el triunfo a Mariano Rajoy. Curiosamente, el contrato que anunció Zapatero no se firmó hasta 2013, lo que ha permitido, desde luego, una carga de trabajo adicional para la factoría de Cádiz, especializada en reparaciones. La imagen de los trabajadores de astilleros cortando el puente Caranza y quemando neumáticos es algo temido y sufrido por los gobernantes. Nadie quiere movilizaciones en campaña electoral. Así, el PP también ha sabido manejar los tiempos en este sentido anunciando contratos para los astilleros en época de elecciones. El más reciente ha sido el acuerdo para construir cuatro gaseros que, si bien no es un contrato rentable económicamente, sí lo es desde el punto de vista social.
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