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libros y deporte

Ander Mirambell, un sueño convertido en vida

El piloto de skeleton publica su biografía «Rompiendo el hielo», una aventura emocional y profunda hacia un sueño: ser olímpico

Ander Mirambell, un sueño convertido en vida icetubo.com

laura marta

Su deporte transita por una superficie tan esquiva e inestable como el hielo, con tanta alegría al mirar el marcador tras una buena bajada como amargura esconden los golpes, físicos y no, si la concentración se esconde tras el miedo. Así, con la fuerza de los más de cien kilómetros por hora que se alcanzan, y la sensibilidad para que se agarre en el hielo lo justo es «Rompiendo el hielo» (Ed. Plataforma Testimonio), la biografía de Ander Mirambell, el primer piloto español de skeleton.

De sus dedos, firmes cuando agarran el manillar de su trineo, han salido doscientas páginas de emoción y ternura, de sufrimiento y esperanza. Un tiovivo de negro sobre blanco en el que se puede pasar de las lágrimas a las risas en la misma frase. Y es literal. Porque de sus letras se desprende Ander Mirambell, un soñador optimista por apasionado que se levanta de cada caída por obligación, porque dice que la meta no es llegar, sino el camino hacia ella. Y sin embargo, él ha roto más de una cinta que le designaba como campeón. Su tesón, su punto de locura y su pasión por vivir lo han llevado a jugar con el club de sus amores, el Español, y a participar en dos citas olímpicas de los Juegos de Invierno (Vancouver 2010 y Sochi 2014) cuando el skeleton no existía en el diccionario.

«Rompiendo el hielo» es una lectura obligatoria para todos los locos del mundo, y para los que todavía no saben que lo son porque el miedo (el que acecha en cada curva de los circuitos, como antes lo hacía debajo de la cama) les impide ver que el objetivo está en el siguiente paso. Como ese primero que dio Mirambell con dos zapatillas de atletismo a las que implantó ralladores de queso para participar en su primera semana como piloto de skeleton. «Rompiendo el hielo» no es un viaje, son muchos. Improvisados, al límite, con exceso de equipaje, con un hornillo de gas en la ducha, con unas ruedas inapropiadas, con una pistola apuntando... Pero también es, sobre todo, un manual de supervivencia vital que emerge de la energía de Mirambell por buscar lo positivo en todo. De las llamadas de su madre salen los ánimos para afrontar operaciones; de las palabras de su compañera de entrenamientos, el valor para no tirar la toalla estando tan cerca el ansiado final; de un plato de macarrones con Jorge, el impulso para hacer de su sueño, una vida con la que ha demostrado a todo el que lo conozca (y/o lea su libro) que el único enemigo está dentro de nosotros.

Mirambell recorre en palabras y con la misma pasión con la que salta al trineo el camino de un pionero que luchó, y sigue luchando, por un deporte inexistente en España. La inteligencia con la que suplió, y suple, la falta de recursos con los que comenzó esta aventura, es la misma con la que expresa su diario de fatalidades, buenos momentos, mejores amigos y retos superados a la catástrofe, a la mala suerte o al destino que él mismo se ha forjado. Una inteligencia emocional con la que pone sobre el papel una carrera contra lo imposible que él ha tornado en su vida. Ejemplo para muchas.

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