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Venezuela

Control férreo a los votantes con el «carné de la patria»

La tarjeta de identificación tiene en su reverso un código que permite vigilar al votante, sus necesidades y su ubicación

El «carné de la patria» que Maduro utiliza para vigilar a los electores ABC

ABC

El régimen de Nicolás Maduro quiere tener atado y bien atado un resultado favorable a la Asamblea Constituyente, para la que se han convocado este domingo unas elecciones sin sufragio universal ni libre.

Una plataforma tecnológica completa implementada por el Gobierno permite vigilar al votante, sus necesidades y su ubicación, todo dispuesto en el reverso de un documento de identidad distribuido en Venezuela como «el carné de la patria». Al menos 14 millones de personas, según el Gobierno, han sido censadas a través del sistema de vigilancia con el que el propio presidente bromea públicamente, diciendo que le permite saber cuántas personas hay en una sala e incluso quiénes están embarazadas.

La tarjeta de identificación tiene en la parte posterior un código QR (código de repuesta rápida por sus iniciales en inglés), una evolución del código de barras que permite el almacenamiento y lectura de una lista de información ilimitada según su requerimiento.

El sistema financiado por el Estado venezolano ha sido puesto a la orden del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, la mayor organización política del chavismo, para dar seguimiento a los votantes, y permitir su ubicación gracias a la información almacenada durante su proceso de registro.

Esta tecnología es la principal herramienta usada por el gobierno, a través del partido, para lograr la votación de los electores en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente , un controvertido proceso en el que el mayor reto del chavismo es alcanzar una alta participación, informa Efe.

Inducir a la votación es clave para completar el proceso con el que Maduro prevé cambiar la Constitución a su favor , sin importar a quién elija el votante, porque la mayoría de los candidatos son seguidores de su gobierno. No obstante, requiere una alta presencia en las urnas para dar legitimidad a la polémica elección.

La plataforma fue puesta a prueba hace una semana en un simulacro hecho por el Gobierno para probar su capacidad de movilización, una jornada en la que se vieron dos largas filas: la primera para votar y la segunda para pasar el carné frente al software que lee la tarjeta y registra su participación.

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