Hazte premium Hazte premium

Erdogan y Gulen: unidos en el islam, divididos por el poder

El presidente y el clérigo comparten una misma ideología, pero Erdogan sintió temor a la creciente influencia de Gulen

Un grupo de partidarios de Erdogan se manifiesta en Estambul AFP

ALICIA ALAMILLOS

Ambos islamistas, ambos conservadores en lo religioso , y ambos contrarios al papel del Ejército como tutor de la democracia turca y garante del laicismo impuesto por Atatürk, el «padre de la patria». Fetula Gulen, clérigo islamista fundador del movimiento Hizmet –«Servicio»– y Recep Tayyip Erdogan tenían muchos objetivos comunes en 2002 , cuando el partido del actual presidente, «Justicia y Desarrollo» (AKP) se presentó a las urnas. Sin embargo, para Erdogan y su Gobierno Gulen es ahora el culpable del intento de golpe de Estado que ha sacudido el país.

En 2002 los «gulenistas» se convirtieron en aliados del AKP, partido que en aquel entonces llevaba una agenda religiosa y social conservadora. Un objetivo compartido por los «gulenistas», c on una visión islamista de Turquía que propugna el cumplimiento de las normas religiosas y mayor segregación entre sexos. Mientras el AKP de Erdogan adopta un islam político , el movimiento de Gulen se enfocó más en un islam cultural, una discrepancia que no fue obstáculo en los primeros años de unión.

La presencia de «gulenistas» en puestos clave de la Justicia, la Policía, el mundo de los negocios y el periodismo facilitó a Erdogan su llegada al poder. Jueces y oficiales de policía afiliados a Hizmet organizaron los macroprocesos de «Ergenekon» contra miembros del Ejército por supuestamente organizar golpes de estado militares, con la clara intención de apartar a las Fuerzas Armadas en la política turca.

Pese a que el movimiento ha mantenido la versión de que no tienen intenciones políticas, el poder de los «gulenistas» era patente en Turquía. Demasiado para Erdogan, que con el paso de las legislaturas demostró una tendencia cada vez más autoritaria y un deseo de acaparar el poder que se demostró en sus intentos de establecer en Turquía un estado presidencialista.

La relación entre Gulen y Erdogan se rompió en 2013 tras la dura represión del presidente contra las protestas de Gezi, su deriva autoritaria y su decisión de cerrar escuelas dirigidas por Hizmet. En diciembre estalló un escándalo de corrupción que afectaba precisamente a partidarios cercanos a Erdogan , que acusó a jueces y fiscales «gulenistas» de orquestar un «golpe de Estado civil». Bajo la denominación desde entonces de «organización terrorista Fetula Gulen (FETO)», Erdogan ha llevado a cabo una caza de brujas contra partidarios de Gulen, buscando eliminar ese «Estado paralelo» que, según el mandatario, su antiguo aliado habría creado dentro de Turquía.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación