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Trump basa su inocencia en el descrédito del exdirector del FBI

Los abogados argumentan que no cometió obstrucción a la Justicia al despedir a Comey. El presidente arremete contra Comey: «Exoneró a Hillary antes de terminar la investigación»

Donald Trump antes de desplazarse a Texas para visitar a los damnificados del huracán Harvey AFP
Manuel Erice Oronoz

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Las pesquisas que pretenden aclarar si el candidato Donald Trump se benefició de la connivencia con el régimen de Vladímir Putin para ganar la elección, han obligado a los abogados del presidente a desplegar todos sus recursos. Ante la tesitura de que pueda ser acusado de obstrucción a la Justicia, extremo que se planteó cuando el inquilino de la Casa Blanca despidió de manera fulminante a James Comey en el momento en que investigaba la llamada trama rusa, el equipo jurídico de Trump basa su defensa en la «falta de credibilidad» del exdirector del FBI. Los abogados argumentan también que la destitución del primer investigador de la Agencia Federal «forma parte de las atribuciones del presidente, amparadas en la Constitución». Como si de una orquestada campaña de descrédito se tratara, después de semanas de silencio sobre el asunto, ayer Trump retomó sus acusaciones contra Comey con esta frase en Twitter: «Exoneró a Hillary Clinton antes de que la investigación hubiera terminado».

Desde que el Departamento de Justicia pusiera en marcha el pasado 17 de mayo el Consejo Especial, los letrados han buscado deslegitimar a quien sería principal testigo de cargo para sostener una acusación contra el presidente. En especial desde que el experimentado Ty Cobb se pusiera al frente del equipo jurídico, que se ha reunido en diversas ocasiones con el Robert Mueller, también exdirector del FBI y que coordina los trabajos del órgano de investigación. Según los diversos informes presentados por el equipo de abogados, Comey sería un «testigo inapropiado» para una posible acusación contra el presidente, al acumular rasgos como «una tendencia a la exageración, una escasa credibilidad en sus declaraciones en el Congreso», además de ser «fuente de filtraciones a los medios de comunicación», informa The Wall Street Journal.

Mueller abrió una pieza para investigar a Trump por una posible obstrucción a la Justicia a raíz de la denuncia de Comey en junio, cuando declaró ante el Comité de Inteligencia del Senado que el presidente le había sugerido que dejara de perseguir a su ex Asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, durante un encuentro que ambos mantuvieron en la Casa Blanca. El teniente general de la Armada se había convertido meses antes en uno de los principales sujetos de investigación oficial de la trama rusa, precisamente por sus contactos con el régimen de Putin, que le obligaron a dimitir apenas tres semanas después de tomar posesión. El propio Trump demostró ser el peor abogado de su causa, al ofrecer dos versiones contradictorias para justificar la destitución de Comey. Primero, aseguró haberse apoyado en el criterio del Fiscal General Adjunto, Rod Rosenstein, crítico con la labor del exdirector del FBI en la investigación de los e-mails de Hillary Clinton. Al día siguiente, se sinceraba en una entrevista televisiva asegurando que había relevado a Comey «pensando en esa cosa rusa».

Nuevas pruebas

Precisamente, dentro de las pesquisas sobre los motivos que movieron a Trump, ayer se sumaba información que puede resultar relevante. The New York Times daba cuenta ayer de que el fiscal especial Mueller ha logrado hacerse con una carta que el presidente y uno de sus asesores más cercanos, Stephen Miller, escribieron los días previos a la destitución de Comey, que supuestamente recogería las razones reales de la decisión. La entrega de la misiva se habría llevado a cabo con la oposición de Donald F. McGhan II, un consejero de la Casa Blanca que considera que su difusión puede resultar problemática para Trump. Al parecer, McGhan ya logró impedir la entrega de la carta al propio afectado, James Comey, cuando se materializó su destitución como director del FBI. A falta de conocer el contenido exacto, no está claro que el presidente sitúe la trama rusa como su principal motivación.

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