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Rusia intimida militarmente otra vez a Turquía

La crisis por el ataque a un caza de Moscú por Ankara está lejos de apaciguarse

Llegada a Moscú del ataúd con los restos mortales del piloto Oleg Peshkov, EFE

RAFAEL M. MAÑUECO

Mientras Moscú recibía ayer el cuerpo del comandante del cazabombardero Su-24, derribado hace una semana por un caza turco F-16 en la frontera entre Siria y Turquía, el Ministerio de Defensa ruso advertía que los Su-24 irán desde ahora provistos de misiles aire-aire para su «autoprotección».

Ígor Klímov, un portavoz castrense ruso, dijo ayer a la agencia estatal Sputnik que «hoy, por primera vez, los cazabombarderos Su-24 ha salido a cumplir sus misiones llevando, no solo bombas OFAB-500 y KAB-500 -contra objetivos en tierra-, sino también misiles aire-aire cortos y medianos». Estos cohetes, según Klímov, «van equipados con dispositivos de seguimiento y pueden golpear objetivos aéreos a una distancia de 60 kilómetros».

Hasta ayer, los Su-24 no iban armados con misiles aire-aire , ya que, según explicó el presidente Vladímir Putin, la semana pasada, «no esperábamos un ataque desde el aire y sabemos que los yihadistas no disponen de armamentos capaces de abatir nuestros aparatos». Lo anunciado ayer por Klímov constituye una amenaza directa a los cazas turcos que, a partir de ahora, traten de acercarse a los aviones rusos.

La aviación turca derribó el pasado 24 de noviembre el Su-24 ruso por penetrar en su espacio aéreo y desoír hasta 10 veces la orden de abandonarlo. Moscú, sin embargo, niega que su aparato violara la frontera turca y el piloto que sobrevivió, Konstantín Murajtin , sostiene que no hubo ningún aviso por parte de nadie.

Su superior, Oleg Peshkov , y él lograron catapultarse cuando la aeronave fue alcanzada por el misil que disparó el F-16 turco . Sin embargo, Peshkov fue acribillado a tiros por rebeldes turcomanos cuando descendía con su paracaídas mientras que Murajtin tocó tierra sin problemas y fue rescatado horas después con vida por unidades del Ejército sirio. Murió además un infante de marina al ser tiroteado el helicóptero en el que participaba en el operativo de búsqueda del cazabombardero estrellado.

El cadáver de Peshkov fue llevado a territorio turco en la madrugada del domingo, a la provincia de Hatay, y después a Ankara, desde donde ayer llegó al aeródromo militar de Chkálovski, en las afueras de Moscú. El féretro fue recibido por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu , y por el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Víctor Bóndarev, que le impusieron a título póstumo la medalla de Héroe de Rusia , la máxima condecoración existente en el país. Según el Ministerio de Defensa, el avión que transportó los restos mortales del piloto fue escoltado por varios cazas durante su vuelo por territorio ruso.

La mayor crisis en más de un siglo

El incidente del Su-24 ha provocado la mayor crisis habida en las relaciones entre Moscú y Ankara en más de un siglo. Además de armar a estos aviones con cohetes aire-aire, se han adoptado otras medidas de carácter militar susceptibles de hacer que estalle una peligrosa escalada de confrontación. La semana pasada, el jefe de la dirección operativa del Estado Mayor del Ejército ruso, el general, Serguéi Rudskói, advirtió que ahora «cualquier objetivo que consideremos potencialmente peligroso será destruido».

Rusia ha emplazado estos días en su base aérea de Jmeimim (Siria) los ultramodernos cohetes antiaéreos S-400 mientras que el crucero Moskvá, actualmente frente a la costa siria, ha sido dotado de sistemas Fort, análogos a los misiles S-300, también altamente eficaces.

En los terrenos comercial y económico , Putin ha decretado un paquete de sanciones contra Turquía, que, de acuerdo con lo enunciado ayer por su primer ministro, Dmitri Medvédev, se centrarán en una primera etapa en un embargo contra las frutas y las verduras, pero que se extenderá a otros alimentos. El decreto presidencial contempla también la suspensión de los vuelos chárter entre ambos países y el restablecimiento de la exigencia de visado, elementos que, junto con la prohibición a las agencias de viaje de vender paquetes a Turquía, hundirán el turismo bilateral, especialmente el ruso, el más importante, hacia los destinos de descanso turcos. Las empresas rusas tampoco podrán ahora emplear a trabajadores turcos.

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