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Reino Unido elige irseViernes, 24 de junio de 2016 a las 08:42:52

Reino Unido elige irse
LA NOTICIA

El Brexit tumba a la libra a niveles de hace 31 años

El Brexit, la pesadilla de los mercados, la nube de congoja que agobiaba a Europa, la posible espoleta de una ola de populismo, ya es una realidad. Entre la «Little England» de toda la vida y una «Gran Bretaña fuerte en Europa», los británicos han elegido la opción más nacionalista, en un país donde el gigante burocratizado de la UE nunca ha gustado y se ve muy poco democrático. El Brexit ha obtenido una victoria concluyente, inapelable: 51,89%-48,11%, es decir: 16,9 millones de votos para Leave y 15,8 millones para Remain. Son 3,6 puntos de ventaja, más de 1,1 millones de votos. La participación ha sido muy alta, del 72,1% (en las generales de hace un año fue del 66,1%). Solo hay tres islas con victoria de Remain: Escocia (62-38), Londres (60,1-39,9) e Irlanda del Norte (55,8-44,2). El resultado, un alarde de teórico patriotismo nacionalista, amenazará paradójicamente la unidad del que se llama hoy Reino Unido. El SNP que gobierna en Escocia ya ha dicho por boca de la presidenta Nicola Sturgeon que «Escocia ha hablado claro y quiere seguir en la UE», por lo que demandarán ya un segundo referéndum de independencia tras haber perdido el de septiembre de 2014. El Sinn Fein ha hecho una amenaza similar y ya ha enarbolado su bandera de siempre: Irlanda del Norte debe unirse ya a la República de Irlanda En el plano económico, la libra también acusa la conmoción del resultado, con su menor cotización frente al dólar en 31 años. Está en 1,34, cuando se había apreciado en la jornada de la votación pasando de 1,41. Contra el euro marca 1.22, frente al 1.31 de la jornada de votación y el 1.42 del verano del año pasado. Una familia británica que salga al extranjero a hacer turismo con un presupuesto de 500 libras, ahora necesitará 75 más. Los mercados asiáticos han abierto a la baja. El triunfo del Brexit en el referéndum deja a David Cameron políticamente contra las cuerdas. El primer ministro se convertiría en paradójica víctima de una consulta que él mismo se sacó de la chistera y cuyo desenlace se le ha vuelto letalmente en contra. Su ministro de Exteriores ya ha asegurado que continuará en el puesto pese al resultado del referéndum. Anoche, 84 diputados tories que han hecho campaña por Leave, entre ellos su líder Boris Johnson, le enviaron una carta pidiéndole que continúe. Pero al alba de hoy, cuando ya despunta el día en un acongojado Londres, mayormente europeísta, todo puede ser muy distinto. Uno de los pesos pesados del laborismo, el moderado Hillary Benn, ya ha dicho que «Cameron tiene que irse».

¿CÓMO AFECTARÁ EL BREXIT A ESPAÑA?

El resultado del referéndum afectará irremediablemente a España porque las relaciones económicas entre ambos países son muy importantes. La salida británica del Mercado Único implica la necesidad de negociar un nuevo acuerdo comercial, que podría tardar en firmarse y no ser tan librecambista. Es decir, es posible que se fijen aranceles, lo que encarecería nuestros productos allí. El resultado también afectará al turismo. La depreciación de la libra encarecerá las vacaciones en España de los británicos, al margen de que puedan surgir dificultades a la libre movilidad de las personas. Y por si fuera poco, los españoles residentes en Reino Unido también podrían encontrar problemas para redefinir asuntos esenciales como los permisos de residencia y el acceso al empleo, a las ayudas sociales y al resto de servicios públicos. A nivel empresarial, la resultante depreciación de la libra reducirá los beneficios en euros de las filiales británicas de las empresas españolas. A todo esto, habrá que añadir las consecuencias de los posibles cambios regulatorios que afectasen a cada sector. De hecho, las empresas españolas con intereses en Reino Unido han sufrido con especial virulencia el castigo bursátil en los últimos días.

LA OPINIÓN DE ABC

La hora de la reflexión

El mundo despierta este viernes conmocionado por la decisión de los británicos de abandonar la UE. Cameron, cuya carrera política llegue o no a su fin queda marcada para la historia por su error político de principiante, empuja a Europa a un tunel de inquietante recorrido e incierta salida, que ya se refleja en el desplome de los mercados, con la libra y el Brent a la cabeza. Es la hora de la serenidad y de que la UE aproveche el golpe para tomarse en serio la necesidad de su relanzamiento y de trabajar unida y decidida por reconstruir, construir en realidad porque nunca lo ha hecho, un verdadero proyecto común cuyas ventajas, incuestionables, se reflejen y se perciban y se celebren en la sociedad. España debe tomar nota, también, de a dónde llevan las consultas exóticas y los votos de confianza al populismo callejero.

Difícil vender algo diciendo que no es bueno

LUIS VENTOSO Por LUIS VENTOSO

Cameron se ha quedado en el discurso del miedo económico, jamás se ha atrevido a defender en positivo las bondades de un proyecto de cooperación, no ha dado la batalla de las ideas. Esa estrategia defensiva ha dejado toda la cancha ideológica libre a Boris Johnson, sobrado de carisma y que ha apelado a los sentimientos elementales, a instinto básico del terruño: “El Día de la Independencia”. Pueblo orgulloso, siempre insular y más bien rarito, los británicos le han creído. La libra ya lo paga, pero se han dado su desahogo nacionalista. Paradójicamente, el alarde de patriotismo antieuropeo puede tener un efecto contrario en casa: los hilvanes internos del país se van a aflojar. El Gobierno nacionalista escocés ya ha pedido un segundo referéndum y en Irlanda del Norte, el Sinn Fein demanda, una vez más, la unión con la República de Irlanda. El nacionalismo es una pasión y en el momento en que se le da rienda suelta, los pueblos vibran embriagados de euforia. Luego, claro, viene la resaca.