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La purga de Erdogan alcanza los programas de televisión para buscar matrimonio

Un periódico, 14 ONG y 13 clínicas médicas han sido también clausuradas tras la firma de dos nuevos decretos ejecutivos

Erdogan AFP

JAVIER PÉREZ DE LA CRUZ

La purga del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan parece no tener fin. Y es que a pesar de que más de 134.000 personas ya habían sido despedidas o suspendidas de empleo desde el fallido golpe de Estado de hace más de nueve meses, miles de nuevos funcionarios más han sufrido el mismo destino.

Erdogan ha firmado dos nuevos decretos ejecutivos que han supuesto el despido de 3.939 trabajadores públicos. Entre los afectados se encuentran, entre otros, 484 académicos, 1.127 trabajadores del Ministerio de Justicia y más de mil militares de las Fuerzas Aéreas, el Ejército y la Armada turcas. Alrededor de la mitad de los uniformados afectados son oficiales.

Asimismo, el nuevo movimiento del líder islamista ha supuesto el cierre de un periódico, 14 ONG, 13 clínicas médicas y 18 fundaciones.

Los dos nuevos decretos ejecutivos son un paso más de la masiva purga promovida por Erdogan contra diversos sectores opositores desde el pasado 15 de julio, día del sangriento levantamiento militar en la que los sublevados mataron a cerca de 240 personas . No obstante, en esta ocasión se encuentran dos novedades significativas.

Una, más bien curiosa, supone la prohibición a partir de ahora de programas de televisión a los que mujeres y hombres turcos acuden para buscar matrimonio. La segunda, más significativa, es la incorporación de cerca de 7.000 ‘guardias rurales’ como trabajadores públicos. Estos ‘vigilantes’ son una fuerza paramilitar empleada por el Gobierno para luchar contra la guerrilla del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en las pequeñas poblaciones del sudeste de Turquía, de mayoría kurda.

Erdogan ha retomado y acelerado las purgas contra supuestos miembros vinculados a elementos golpistas y terroristas, como Ankara sostiene, tras la celebración del referéndum que ha aprobado la reforma constitucional que aumenta los poderes del presidente.

El pasado miércoles las autoridades turcas suspendieron de empleo a 9.000 efectivos de la policía al ser acusados de estar relaciones con el movimiento de Fethullah Gülen, el teólogo residente en Estados Unidos al que el Gobierno señala como cerebro del golpe de Estado.

Esa decisión se produjo apenas horas después de una macrooperación en todo el país para detener a más de 1.000 agentes policiales. El ministro de Interior, Süleyman Soylu, aseguró que se trataba de «imanes secretos», es decir, una suerte de jefes que dictan órdenes a otros miembros de la cofradía saltándose la jerarquía de las instituciones en las que trabajan.

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