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El primer ministro italiano, operado de urgencia

Sometido anoche a una intervención de angioplastia en el Policlínico Gemelli tras regresar de Paris, donde se había entrevistado con Hollande

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni EFE 

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni (62 años) fue sometido anoche de urgencia a una pequeña intervención de angioplastia para implantarle un stent (muelle) en un vaso periférico. Gentiloni, que ocupa el cargo desde hace un mes, se sintió mal en un encuentro que mantuvo ayer en París con el presidente francés, François Hollande. «No me siento bien», explicó el primer ministro a sus colaboradores . Ya en su entrevista con Hollande era visible el malestar de Gentiloni. Acabado su encuentro en el Eliseo con Hollande, adelantó su regreso a Roma y a las diez de la noche ingresó en el Policlínico Gemelli para someterse a análisis clínicos, incluida una coronariografía. Los médicos vieron la necesidad de la operación urgente de angioplastia, que sirve para aplicar un stent (endoprótesis vascular) permitiendo a la sangre fluir mejor en los vasos que corren el riesgo de obstrucción. Gentiloni se encuentra en la Unidad de terapia intensiva cardiológica (Utic). Fuentes del gobierno aseguran que el primer ministro está mejor, comunica con el teléfono y deberá permanecer en el hospital hasta el viernes.

Paolo Gentiloni , que sucedió en el cargo a Matteo Renzi el pasado 12 de diciembre, tras la dimisión del exalcalde de Florencia por el fracaso del referéndum sobre la reforma constitucional, está empeñado en una serie de visitas al extranjero, como es habitual para cada nuevo jeje de gobierno. París fue la primera etapa de Gentiloni, para confirmar la buena relación de París y Roma, que Renzi intentó reforzar. Los dos países pretenden relanzar la Unión Europea en uno de los momentos más difíciles después del Brexit , situando como prioridad en la agenda «crecimiento y trabajo». Al término de un coloquio de dos horas con Hollande, Gentiloni tendió la mano a Moscú: «Trataremos de colocar en un camino justo las relaciones con Rusia, firmes sobre nuestros principios, leales con nuestros aliados y no disponibles a relanzar lógicas de guerra fría», manifestó junto a Hollande el primer ministro italiano, cuyo país ostenta en este año la presidencia del G7.

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