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ENVENENAMIENTO DE UN EXESPÍA RUSO

Rusia expulsará a diplomáticos británicos mientras los aliados de Londres cierran filas en torno a May

Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania emiten un comunicado conjunto en el que hablan de la primera ofensiva contra Europa desde la Segunda Guerra Mundial

Vídeo: La crisis entre Reino Unido y Rusia llega al Consejo de Seguridad de la ONU ATLAS

IVÁN ALONSO/RAFAEL MAÑUECO

Los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido cerraron hoy filas con el Reino Unido en el pulso que este mantiene con Rusia y señalaron ayer directamente al Gobierno de Putin de estar detrás del envenenamiento del exespía Sergei Skripal . Dando por buena la versión británica que señala la responsabilidad del Kremlin en el ataque, Donald Trump, Angela Merkel y Emmanuel Macron firmaron un comunicado conjunto junto a Theresa May en el que piden a Rusia «respuestas» ante lo que denominan «el primer uso ofensivo de un agente nervioso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».

Los aliados consideran el suceso como «un asalto a la soberanía de Reino Unido» y una «clara violación del derecho internacional y de la Convención de Armas Químicas». Un ataque agravado por la nula cooperación del Kremlin, pese a los reiterados requerimientos de May. «El fracaso de Rusia en atender la legítima petición del Gobierno del Reino Unido agrava aún más su responsabilidad» aseguran. Tras lo que subrayan que Rusia «debe revelar todo el programa Novichok (gas letal utilizado contra Skripal)a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas».

Esta declaración conjunta, poco habitual en el panorama internacional, ha sido difundida por Downing Street y pone de manifiesto la ofensiva diplomática que ha emprendido el Gobierno de Theresa May contra el Kremlin tras la expulsión de 23 diplomáticos rusos, a los que dio una semana de margen para abandonar el país. El Reino Unido se encuentra en un momento muy delicado, mientras negocia un Brexit que le aleja de sus aliados europeos y que deja al Gobierno británico en una posición de vulnerabilidad de cara al futuro. Pero, pese a todo, May ha conseguido una firme unidad de Europa y EE.UU. en torno a su Ejecutivo.

El propio Macron , el último en solidarizarse con el Reino Unido, adelanto ayer que Francia también tomará medidas «en los próximos días» contra Rusia. Por su parte, Donald Trump, que se está tomando «muy en serio» lo ocurrido, apuntó a Putin al asegurar que «parece» que este está detrás del ataque. La canciller Merkel fue la primera que se solidarizó con May.

También la OTAN cerró filas con el Gobierno británico. Y el propio secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, se reunirá el lunes con el ministro de Exteriores británico, un Boris Johnson que ha estado estos últimos días recabando todo el apoyo posible fuera de Reino Unido.

«Respuesta petulante»

Johnson volvió a arremeter ayer contra el Kremlin y su «respuesta petulante y sarcástica» que, señaló, demuestra «su culpabilidad». Eso sí, puntualizó que Londres y Moscú no han resucitado la Guerra Fría y alertó a los ciudadanos británicos de que no deben incurrir en acciones de «rusofobia».

Una actitud más belicosa tuvo en sus declaraciones el ministro de Defensa, Gavin Williamson, quien, ante la expulsión de 23 diplomáticos rusos acusados de espionaje, les hizo esta recomendación:«Que se callen y se vayan». «Veremos cómo responde Rusia a lo que hemos hecho. Es absolutamente atroz e indignante lo que hizo Rusia en Salisbury», añadió. Preguntado sobre la posibilidad de una nueva Guerra Fría se limitó a contestar: «Hagamos frente a la realidad. Las relaciones no son buenas ¿verdad?».

May cuenta eso sí, con el total apoyo del Parlamento británico en esta cruzada contra Rusia tras unirse ayer el líder de la oposición Jeremy Corbyn al discurso que culpa a Kremlin directamente de lo sucedido. Corbyn había recibido previamente duras críticas, al dejar abierta la posibilidad de que, después de todo, Moscú no estuviera detrás del ataque.

May se desplazó hoy a Salisbury, lugar donde tuvo lugar el ataque, para agradecer la profesionalidad de los servicios policiales y de emergencia desplegados en la zona y para visitar al agente ingresado tras haber entrado en contacto con el gas nervioso utilizado en el ataque.

La respuesta de Putin

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Puti n , reunió hoy a su Consejo de Seguridad para discutir las contramedidas a aplicar contra el Reino Unido tras la expulsión de 23 diplomáticos rusos en respuesta al envenenamiento del exagente Serguéi Skripal y su hija Julia.

Aunque la idea del Kremlin, expresada por distintos responsables, es devolver el golpe a Londres con la mayor prontitud, lo cierto es que están mostrando una sorprendente dilación, tanto más llamativa ante el riesgo de que estalle una escalada con las autoridades británicas justo en la recta final de la campaña de las elecciones presidenciales rusas del domingo. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov , los asesores de seguridad de Putin tacharon la actitud de Londres de «destructiva, irresponsable y provocadora».

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov , aseguró que el Reino Unido recibirá «muy pronto» la respuesta de Rusia por ese comportamiento «hostil» y adelantó que las medidas incluirán «obligatoriamente» la expulsión de diplomáticos británicos. Lavrov no especificó el número de empleados de la Embajada británica en Rusia que se verían afectados ni aclaró si su país se propone adoptar otras medidas adicionales .

Lo que sí dijo el jefe de la diplomacia rusa es que, antes de hacer un anuncio oficial a los medios de comunicación, «informaremos primero a Londres (...) como hacen los caballeros». Su viceministro, Serguéi Riabkov, señaló horas antes que la elaboración del paquete de medidas contra el Reino Unido requiere «analizar todo con calma». Desde el miércoles, sin embargo, las autoridades rusas han venido avisando de que la respuesta a Londres sería inminente.

Dos versiones

Los analistas rusos ofrecieron hoy dos versiones contrapuestas para explicar la lentitud del Kremlin a la hora de definir el «castigo» a los británicos . Unos creen que Moscú prepara medidas muy amplias y realmente duras mientras otros consideran que conviene dejar el asunto en suspenso hasta el lunes para que no interfiera en los comicios del domingo.

El opositor ruso, Alexéi Navalni , afirmó que «a Putin le interesa que el conflicto diplomático con el Reino Unido haga mucho ruido» para agitar así los ánimos patrióticos y sacar músculo. «Obtendrá más votos acusando a los ingleses de querer desacreditar a Rusia sin pruebas y, de paso, desvía la atención sobre los verdaderos problemas que habría que tratar durante la campaña» como son, por ejemplo, la economía.

Pero a las medidas de Rusia respondería el Reino Unido probablemente de inmediato con más expulsiones, sanciones o incluso congelando las cuentas corrientes en bancos británicos de los magnates más próximos a Putin.

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