Hazte premium Hazte premium

Macron y Conte guardan las formas pero constatan sus diferencias

El «premier» italiano, en su primera visita a París, propone retener a los inmigrates en los países de origen y mano dura para proteger las fronteras

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, estrecha la mano de su homólogo francés, Emmanuel Macron REUTERS
Juan Pedro Quiñonero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Emmanuel Macron y Giuseppe Conte se han tragado las culebras verbales que se lanzaron con motivo del Aquarius para descubrir que, en verdad, sus respectivos gobiernos comparten los mismos objetivos en materia de inmigración y reforma de la zona euro, cubriendo con un tupido velo las políticas concretas que debieran confirmar la defensa de tales «objetivos comunes». El martes pasado, 12 de junio, saliendo al paso de la tragedia humana del Aquarius, que el gobierno español había aceptado recibir en Valencia, el presidente Macron denunciaba «la parte de cinismo e irresponsabilidad del gobierno italiano».

Quince horas más tarde, el miércoles 13, Matteo Salvini , ministro del interior italiano, anunció que su gobierno esperaba «excusas y disculpas, en el plazo más breve », lanzando una pulla irónica, aludiendo a los 10.000 ilegales expulsados por Francia el año pasado. Ante el riesgo de una agravación súbita e inflamable de la crisis, Emmanuel Macron cogió el teléfono y sostuvo una o varias conversaciones con los más altos dirigentes políticos italianos, salvando su encuentro con Giuseppe Conte, en el Elíseo, que ambas partes presentaron la tarde del viernes como un «éxito» bilateral y europeo. Desde Washington, Donald Trump no había dudado en «meter baza», dando un espaldarazo a sus admiradores italianos, con esta breve declaración: «Ante la inmigración, está claro que la línea dura paga y triunfa».

Entente perfecta

Tras su encuentro con Macron, modesto, y diplomático equilibrista, Giuseppe Conte resumió su sesión de trabajo con el presidente francés en estos términos: «Con Emmanuel Macron tenemos una entente perfecta». Menos grandilocuente pero igualmente retórico, Emmanuel Macron añadió: «Francia e Italia deben trabajar mano a mano en cuestiones como la inmigración y la reforma de la zona euro. Existe entre ambos países una convergencia fuerte, con muchos puntos de vista comunes».

¿En qué consiste la «entente perfecta» y la «convergencia fuerte» entre Francia e Italia? Tras su encuentro de trabajo, Macron y Conte, se cuidaron muy mucho de precisar los puntos concretos de las políticas concretas que defienden ambos países. Más allá de las generalidades calculadamente ambiguas, pudiera parecer que Italia desea imponer a la Unión Europea (UE) una «reforma en profundidad» de varias políticas comunes relacionadas con la inmigración, la seguridad de las fronteras comunes y las políticas de seguridad interior… y Francia parece aceptar una reforma y «refundación» de fronteras todavía desconocidas.

Giuseppe Conte insistió en que Italia desea una reforma «profunda» del Reglamento de Dublín de junio 2013, que regula los criterios y mecanismos de concesión de estatutos de refugiados y apátridas. Solo se trata del principio de una posible política de seguridad interior. Conte insistió en que Italia presentará sus proposiciones, en la línea defendida por su gobierno, próxima a Trump, alejada de Merkel. Conte insistió en la urgencia de crear «zonas tampón» y «campos especiales» para retener a los inmigrantes en la frontera sur del Mediterráneo, sin descartar el uso de medidas «coercitivas».

Seguridad y cooperación

Vidrioso, en ese terreno concreto, Emmanuel Macron, dejó caer el horizonte más optimista del proceso y crisis en curso: «En definitiva, debemos refundar en profundidad nuestras relaciones con los países de tránsito y nuestras relaciones dentro de la UE. Debemos reforzar la seguridad y la cooperación con los países de origen y los vecinos mediterráneos. Debemos refundar Frontex, la agencia europea que gestiona la cooperación y defensa de las fronteras exteriores de la Unión».

Giuseppe Conte no deseó insistir en la evidencia: ante tales reformas, ante la crisis de la inmigración y los refugiados, ante dramas potenciales como el Aquarius, Italia cuenta con el apoyo muy firme de toda Europa del Este. Macron ha hecho referencia a uno o varios países del este europeos calificándolos, hace días, de «democracias iliberales». Ante el presidente del consejo italiano, el presidente francés prefirió insistir en la necesidad de dialogar y asociar a España y Alemania a los procesos de posible «refundación».

Para terminar el balance de su encuentro de trabajo, Conte parecía satisfecho: «El mejor síntoma de nuestra entente perfecta es que yo esté aquí en París, en el Elíseo». Macron prefirió refugiarse en el terreno de los principios generales: «Debemos favorecer nuestras fronteras, debemos reforzar la seguridad a ambas orillas del Mediterráneo, debemos reforzar la cooperación humanitaria. Francia respetará siempre el derecho humanitario internacional ».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación