Macron desinfla la huelga de los ferroviarios

Según las estimaciones oficiosas de un colectivo de diarios franceses, entre los que se encuentran Le Monde, Liberation y Le Parisien, en la manifestación de París solo habrían participado unos 15.000 sindicalistas . Una cifra irrisoriamente baja, en un país de 67 millones de habitantes.

Sin duda, también hubo manifestaciones en numerosas ciudades de provincias. Pero las estimaciones oficiosas y fiables también anuncian cifras muy modestas: apenas 5.000 o 6.000 manifestantes, en Marsella . La CGT, sindicato convocante, habla de cifras muy superiores, de «decenas de miles» de manifestantes. Pero incluso las dudosas «decenas de miles» ponen de manifiesto una participación a la baja, y conflictiva, en ocasiones.

En la manifestación de París, por ejemplo, se produjeron incidentes relativamente violentos a lo largo de toda la manifestación. Pudo tratarse, como en otras ocasiones, de grupos radicales, difícilmente controlables, que se «suman» a las manifestaciones con el deseo de «dar caña».

«Caña» que cae francamente mal entre los usuarios del ferrocarril, que han formado una veintena de asociaciones para pedir daños y perjuicios.

La CGT aspiraba, en solitario, a la «unión» de todos los «frentes de crisis» (ferroviarios y estudiantes, esencialmente), en vano. El resto de los sindicatos prefieren otra «táctica». Y han comenzado a formarse asociaciones de estudiantes que desean protestar contra la «okupación» muy minoritaria de algunas facultados.

La CGT y el resto de los sindicatos se dicen dispuestos a prolongar la huelga de los ferroviarios , dos días por semana, hasta finales de junio. Pero se multiplican los «síntomas» sugiriendo que Emmanuel Macron pudieran estar ganando la «guerra» de la reforma de la SNCF.