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Macri, sobre la detención de Lula: «Respetamos profundamente el fallo»

«La justicia es un elemento fundamental y eso es lo que tiene Brasil», ha asegurado el presidente argentino

El presidente Mauricio Macri pronuncia un discurso en la Casa Rosada, en Buenos Aires AFP

M. CALLEJA/C. DE CARLOS

Mauricio Macri se convirtió en el primer presidente Iberoamericano en valorar, sin compasión, la situación de Luiz Inacio Lula Da Silva . «La justicia es un elemento fundamental y eso es lo que tiene Brasil». La frase del presidente de Argentina resume su visión sobre la detención y encarcelamiento del ídolo de buena parte de América.

«Lo respetamos profundamente», insistió Macri al hablar del fallo judicial que ha colocado entre rejas al político con mayor apoyo popular de Brasil y le ha impedido ser candidato a las próximas elecciones donde, hoy por hoy, tiene un apoyo en torno al 30 por ciento.

En esa línea de justicia como pilar de las democracias, independientemente de la ideología del quien esté sentado en el banquillo, Macri planteó el escenario con el sueña para su país. «Hacer reformas para lograr un sistema judicial más sólido , más independiente, creíble y más confiable para Argentina».

Las palabras del presidente de Argentina no tardaron en tener eco dentro y fuera de sus fronteras. Lula, con medida docena de causas de corrupción pendientes, terminó privado de su libertad por la que, aparentemente, parece menos sólida. El juez Moro considera que es el propietario de un triplex en la Costa brasileña, entregado como soborno, aunque no figura como titular del mismo.

El lider del que se enamoró el mundo cuando se convirtió en Presidente (entre el 2003 y el 2010) atraviesa la mayor crisis de su historia. Viudo desde hace un año de Marisa, su principal sostén emocional durante décadas, la justicia le acorrala en el marco de la operación «Lavajato» o lavacoches que tiene de telón de fondo a la constructora Odebrecht y a Petrobras, la petrolera semiestatal.

El pasado fin de semana, pese a tener una orden de detención en su contra, el expresidente se atrincheró en el cinturón de Sao Paulo con sus seguidores del PT y no se entregó hasta pronunciar un discurso pasional y rendir homenaje a su difunta esposa. Una de sus frases, propias de un iluminado, por las que pasará a la historia fue: «No soy un ser humano, soy una idea».

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