Hazte premium Hazte premium

Londres y Bruselas abordan una negociación con profundas discrepancias

La UE se niega al deseo de May de ligar la salida y el futuro estatus de Reino Unido

El embajador británico ante la UE abandona la sala tras entregar la carta que invoca el artículo 50 EFE

ENRIQUE SERBETO

Probablemente no se dio cuenta de este detalle, pero ayer Donald Tusk entró en la flamente sala de prensa del edificio del Consejo Europeo imitando al premier británico Arthur Neville Chamberlain cuando en 1938 volvió de firmar el infame pacto de Múnich. El presidente del Consejo utilizó el mismo gesto para enseñar la carta que le había entregado el emisario británico a las 13:20 horas con la comunicación del Gobierno de Londres de su decisión de abandonar la UE . A diferencia de Chamberlain, Tusk dijo que no podía estar alegre en semejantes circunstancias, pero coincidía con la certeza de que se estaba viviendo un momento histórico y la ruptura de un tabú que nadie pensó que llegaría a producirse en el proceso de la construcción europea.

Tusk hizo una corta alocución parcialmente improvisada en la que dijo que, en esencia su objetivo y el de la Comisión Europea consiste en defender los intereses de la Unión y «limitar los daños para los ciudadanos». Pero por lo que se sabe, el proceso empezó ya con discrepancias esenciales sobre el método a seguir a partir de ahora. En su carta, la primera ministra británica Theresa May pide negociar a la vez la salida y el nuevo estatus futuro del Reino Unido, mientras que la UE ha anticipado claramente que quiere eludir esa fórmula y que insistirá en separar los dos capítulos , es decir que primero pretende que se pacte la desconexión efectiva y solo entonces empezará a negociar, cuando Londres sea la capital de un país tercero, la nueva relación que tendrá con la UE.

Los británicos por su parte quieren poder intercambiar concesiones en el mecanismo de salida con contrapartidas futuras en su nueva relación y sostienen que «nada está acordado hasta que todo está acordado». Hasta la canciller alemana Angela Merkel ha entrado en esta discusión diciendo que «el Reino Unido y la UE, Alemania incluida, han establecido lazos muy estrechos en estos años y en las negociaciones debemos clarificar cómo se pueden desatar esos lazos. Debemos ponernos de acuerdo sobre muchísimos derechos y obligaciones que estaban vinculadas a la pertenencia a la UE. Solo después de eso, más adelante, podremos hablar de la relación futura».

Como en todos los divorcios, el dinero es la clave . La cuestión de los compromisos económicos que el Reino Unido ha firmado y que deberá pagar aunque deje la UE estará muy probablemente el centro de la mayor parte de los problemas. La única opción que tienen los británicos de mejorar sus posiciones es romper la solidez del bloque de los ahora Veintisiete, sobre todo porque a partir de ahora los plazos juegan en su contra: si no hay un acuerdo antes de dos años, el Reino Unido dejará la UE sin acuerdo, con todas las consecuencias.

La de la ruptura sin acuerdo no es la perspectiva que fue evocada ayer por los responsables de las instituciones europeas, que hablaron claramente de tratar de clarificar cuanto antes la situación de los ciudadanos para evitarles un máximo de inconvenientes. En la discusión de los grupos políticos del Parlamento Europeo -a la que solo se sumaron los partidos claramente proeuropeos, populares, socialistas, liberales y verdes, mientras que los populistas de izquierda y derecha se excluyeron- se menionó la posibilidad de que en la resolución que se aprobará en el pleno de la semana que viene se hubiera dejado abierta la posibilidad de que los británicos cambiasen de opinión. Al final se decidió no mencionarlo, porque según el procedimiento legal, a partir de la entrega de la carta, a las 13:20 de ayer, todo es irreversible para los británicos . Como explicó el presidente del Parlamento, Antonio Tajani, a partir de ese momento, si el Reino Unido se arrepintise de haber tomado esta decisión ya no puede hacerlo de forma unilateral y necesitaría del acuerdo de los 27 países. Algo que todo indica que sería muy complicado después de haber llegado hasta aquí.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación