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Los kurdos se quedan solos en vísperas de su referendo de independencia

El Consejo de Seguridad de la ONU, ha pedido la cancelación de la consulta «por el riesgo de que pueda traer mayor inestabilidad a la zona».

Kurdos iraquíes durante un evento que llama a participar en el referendo de independencia en Ebril AFP

MIKEL AYESTARAN

«Estamos dispuestos a pagar el precio que sea necesario por nuestra independencia», así ha cerrado el presidente de la región autónoma kurda, Masud Barzani , el último mitin de campaña para el referendo previsto para el lunes. El estadio de Erbil se quedó pequeño para acoger a las decenas de miles de personas que, bandera kurda en mano, acudieron a la llamada de un líder que sigue adelante con su plan secesionista pese a la falta de apoyo internacional. Solo Israel ha mostrado su respaldo a una consulta a la que el último organismo que le dio la espalda fue el Consejo de Seguridad de la ONU, que pidió su cancelación «por el riesgo de que pueda traer mayor inestabilidad a la zona».

Erbil es una ciudad engalanada para «un día histórico, llevamos cien años sometidos al control de los árabes y por fin vamos a ser libres», afirmaba Gunar, un estudiante de 23 años que, al mismo tiempo, se mostraba nervioso porque « todo el mundo está en contra y eso puede hacer que la consulta se tenga que cancelar en el último segundo». Esa incertidumbre no se sentía en un estadio de Erbil donde el fervor nacionalista arrasó con todas las dudas y malestar que hay entre los kurdos debido a la grave situación económica que atraviesa una región en la que los funcionarios llevan dos años con los sueldos semicongelados. «Es el inicio de nuestra revolución, el primer paso para que los otros tres kurdistanes de Turquía, Irán y Siria sigan nuestros pasos y en el futuro podamos tener nuestra gran patria, la que nos merecemos», apuntaba Harem, desarrollador de programas informáticos con la cara pintada con los colores rojo, blanco y verde de la bandera nacional. Este es una de las amenazas que quieren frenar iraníes, turcos y sirios, los otros tres países en los que están repartidos los kurdos.

Guerra contra el EI

Desde Estados Unidos y Reino Unido han presionado desde el primer instante para que Barzani aplazara la consulta hasta la conclusión de la guerra contra el grupo yihadista Daesh, que está en su recta final. Ante la tenacidad del líder kurdo, Brett McGurk, representante de EEUU en la coalición que combate al EI , alertó de que la consulta acarreará «muchos riesgos horribles y es algo que los estadounidenses no podemos controlar». Estos riesgos no se percibían en el estadio de Erbil en el que apenas había controles de seguridad en los accesos a un recinto situado a apenas una hora en coche de Mosul, la que fue capital del Daesh hasta julio y en cuya toma participaron las fuerzas kurdas.

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