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Juan Manuel Santos recibe el Nobel de la Paz junto a las víctimas del conflicto colombiano

El presidente de Colombia destaca que el galardón fue «el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino»

El presidente de Colombia se convirtió en el Premio Nobel de la Paz de este año el pasado 7 de octubre
Carmen Calvo

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Juan Manuel Santos recibió el Nobel de la Paz en el Ayuntamiento de Oslo en un acto presidido por el rey Harald V de Noruega de manos de la vicepresidenta del Comité, Berit Reiss-Andersen, quien ha destacado la perseverancia del mandatario colombiano y su coraje politico al no haberse dado por vencido a pesar del rechazo en referendum de los acuerdos.

«Gracias, muchas gracias, por este voto de confianza y de fe en el futuro de mi país», ha afirmado Santos en su discurso en castellano, seguido con emoción por su esposa Clemencia Rodríguez y sus tres hijos. «Hoy, luego de seis años de serias y a menudo intensas, difíciles negociaciones, puedo anunciar a ustedes y al mundo, con profunda humildad y gratitud, que el pueblo de Colombia –con el apoyo de nuestros amigos de todo el planeta– está haciendo posible lo imposible. La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», celebró el mandatario.

El dirigente, quien ha explicado que el premio Nobel fue «el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino» , ha citado en su discurso al novelista Gabriel García Márquez y al Nobel de Literatura de este año, Bob Dylan: « Cuántos muertos más serán necesarios hasta que comprendamos que han sido demasiados. La respuesta, amigo mío, está volando en el viento».

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia se produjo cuando pidió a los representantes de las víctimas «las más dispuestas a perdonar, a reconciliarse, y a enfrentar el futuro con un corazón libre de odio» que se pusieran en pie para recibir el aplauso de los centenares de personas que llenaban el salón de actos del ayuntamiento. Entre ellas, se encontraban la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y su asistente Clara Rojas, que permanecieron más de seis años secuestradas por la guerrilla, el escritor y periodista Héctor Abad Faciolince y Leyner Palacios quien perdió a varios miembros de su familia en la masacre de la iglesia de Bojaya. «Por eso este premio lo recibo en nombre de cerca de 50 millones de colombianos –mis compatriotas– que ven, por fin, terminar una pesadilla de más de medio siglo que solo trajo dolor, miseria y atraso a nuestra nación. Y lo recibo –sobre todo– en nombre de las víctimas; de más de 8 millones de víctimas y desplazados cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto armado, y más de 220 mil mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados en esta guerra».

Agradeció también a los negociadores del gobierno y de las FARC, a los mediadores, a Noruega y Cuba, en su rol como garantes, a Chile y Venezuela, como acompañantes, a Estados Unidos y la Unión Europea y a todos los países de América Latina y el Caribe; «incluso China y Rusia… todos tienen razones para participar del orgullo por este logro». Pero su reconocimiento más especial fue para el pueblo y al gobierno noruego por su carácter pacífico y espíritu solidario. «Hoy Colombia –mi amado país– está disfrutando de esa segunda oportunidad, y les doy las gracias, miembros del Comité Noruego del Nobel, porque en esta ocasión no solo premiaron un esfuerzo por la paz: ¡ustedes ayudaron a hacerla posible».

Santos reiteró una llamada al mundo a la «urgente necesidad de replantear la guerra mundial contra las drogas , en la que Colombia es el país que más muertos ha puesto».

La concesión del Nobel el pasado 7 de octubre, apenas cinco días después de que el pueblo colombiano hubiera rechazado en referendum los acuerdos de paz firmados entre las FARC y el gobierno, fueron en palabras de Santos, un «regalo del cielo, nos dio un tremendo empujón, la gente de Colombia lo interpretó como un mandato de la comunidad internacional para perseverar, continuar y conseguir un nuevo acuerdo de paz». A mediados de noviembre las FARC y el gobierno alcanzaron un nuevo acuerdo que, esta vez, no ha sido sometido a referendum y que fue aprobado por el parlamento el 30 de noviembre.

El Premio Nobel de la Paz, dotado con ocho millones de coronas suecas (825.000 euros), es el único que se entrega en la capital noruega , según dejó expresado en su testamento Alfred Nobel y fue concedido el pasado 10 de octubre a Juan Manuel Santos por sus decididos esfuerzos «para poner fin a una guerra civil de más de 50 años en el país» . Entre los invitados destacaba también la presencia del ex presidente del Gobierno español Felipe González y del antiguo secretario de estado norteamericano Henry Kissinger.

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